Científicos del Instituto de Investigación
Médica Monash (MIMR, en sus siglas en inglés), en Melbourne,
han descubierto una proteína en el tracto reproductivo femenino que
protege contra las enfermedades de transmisión sexual (ETS) como la
clamidia y el virus del herpes simple (VHS). Se estima que 450 millones
de personas en todo el mundo se infectan con enfermedades de transmisión
sexual cada año.
La investigación, publicada este jueves en la revista 'Science',
fue dirigida por el profesor Paul Hertzog, director del Centro MIMR para
la Inmunidad Innata y Enfermedades Infecciosas, y su equipo, entre
ellos, Ka Yee Fung y Mangan Niamh. Estos científicos identificaron una
proteína, a la que llamaron interferón epsilon (IFNe), y demostraron que
desempeña un papel importante en la protección de las mujeres contra
las infecciones.
Esta proteína podría tener el potencial clínico de determinar las
mujeres que pueden ser más o menos susceptibles a enfermedades como
infecciones de transmisión sexual o para aumentar la inmunidad
protectora. Además, los autores de la investigación consideran que IFNe
también podría ser utilizada potencialmente para el tratamiento de
infecciones de transmisión sexual u otras enfermedades inflamatorias.
"Una forma inusual de esta proteína se debe a la manera en la que
se produce --explica el profesor Hertzog--. La mayoría de las proteínas
que nos protegen contra la infección sólo se producen después de que
estemos expuestos a un virus o una bacteria".
"Pero esta proteína se
produce normalmente y en el cambio regulado por las hormonas, por lo que
sus niveles cambian durante el ciclo estral y se apaga en el embarazo y
otras ocasiones como la menopausia", agregó Hertzog.
"Algunos de esos momentos en los que IFNe es menor se
correlacionan con que las mujeres son más susceptibles a las infecciones
de transmisión sexual, por lo que este podría ser un importante vínculo
con las nuevas oportunidades terapéuticas. IFNe sigue normas distintas a
las proteínas inmunomoduladores normales, algo que también podría ser
importante para las vacunas y la forma en que está formulada para
aumentar nuestra inmunidad protectora", dijo el principal investigador.
En este sentido, el profesor Hertzog añadió que, como esta
proteína aumenta las respuestas inmunes femeninas del tracto
reproductivo, es "probable", aunque los investigadores no lo han
abordado aún directamente, que este hallazgo sea importante para otras
enfermedades infecciosas, como el VIH y el VPH. No obstante, el
siguiente paso será trabajar hacia los estudios clínicos en los próximos
cinco años y ver si este trabajo puede ser aplicado a otras
enfermedades como el cáncer, los trastornos del aparato reproductor
femenino, incluyendo la endometriosis y la enfermedad inflamatoria
pélvica, así como de otras patologías no relacionadas con el aparato
reproductor.
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