Los niveles de colesterol podrían modificarse
con los cambios estacionales provocando un mayor riesgo en los meses de
invierno, tal y como se ha evidenciado en una investigación realizada
por la Universidad Estatal de Campinas (Brasil).
Este trabajo, que ha sido presentado en la LXII Sesión Cinetífica
Anual del Colegio Americano de Cardiología, demuestra que la prevalencia
de colesterol se rige por un patrón similar que los ataques cardíacos y
las muertes relacionadas con los mismos, que también aumentan en la
temporada invernal.
A juicio del estudiante de doctorado de este centro universitario
brasileño y autor principal del estudio, el doctor Filipe Moura, los
niveles de colesterol y de triglicéridos varían "significativamente"
durante el año, lo que "puede conducir a una interpretación errónea del
riesgo cardiovascular real de una persona". Por ello, hay pacientes que
"pueden tener un riesgo mayor del que creen".
Sin embargo, sostiene que este hallazgo "no quiere decir que deban
someterse a chequeos médicos continuamente", aunque si es necesaria una
vigilancia por parte de los galenos. Para llegar a él, los
investigadores han evaluado prospectivamente el perfil lipídico de
227.359 personas.
Tras ello, se ha constatado que la lipoproteína de baja densidad o
colesterol malo "aumenta en un promedio de siete miligramos durante el
invierno en comparación con el verano", explica al tiempo que señala que
este dato se traduce "en un incremento del ocho por ciento en la
prevalencia de colesterol durante estos meses".
Además, Moura subraya que estas fluctuaciones "pueden ser aún más
pronunciadas en Estados Unidos, Europa u otras regiones que experimentan
cambios de clima más extremos entre el invierno y el verano". A ello
también influyen "los hábitos de ejercicio y dietéticos", concluye.
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