MADRID.- La ansiedad es un fenómeno natural de
adaptación ante situaciones de estrés y además depende de los rasgos de
personalidad de cada individuo. Cuando los niveles de ansiedad aumentan
demasiado y se vuelven inmanejables la ansiedad pasa a ser una
enfermedad.
Según Miguel Gutiérrez, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría,
entre un 20 y un 30 por ciento de las consultas al médico de cabecera
se refieren a la ansiedad y la depresión. Desde el punto de vista de
Gutierrez, quizá exista un exceso de consultas al médico ya que "no se puede 'patologizar' la vida cotidiana".
Una de las formas de la ansiedad patológica es la que se traduce en crisis de angustia. Son procesos esporádicos e imprevistos en los que la persona siente que su muerte es inminente,
que va a sufrir por ejemplo un ataque cardiaco o una hemorragia
cerebral, que sufre una enfermedad muy grave o que puede volverse loca.
Según explica Jerónimo Saiz, presidente de la Fundación
Española de Psiquiatría y Salud Mental (FEPSM) y jefe del Servicio de
Psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal, de Madrid, en esta
situación la persona suele acudir a los servicios de urgencia de los
hospitales donde tras las pruebas pertinentes se descartan los problemas
físicos.
Estas personas pasan a sentir una ansiedad anticipatoria,
lo que se denomina 'miedo al miedo' y temen que se vuelva a producir la
crisis por lo que evitan todo lo asociado al momento en el que se
produjo. Por lo general, tanto Gutiérrez como Saiz coinciden en que
estas personas suelen peregrinar de medico en médico hasta que, de forma tardía, llegan al psiquiatra y reciben diagnostico y tratamiento.
Gutiérrez señala que la persona que convive o debe cuidar de una persona con ansiedad patológica no se encuentra ante una situación fácil porque resulta complicado comprender lo que siente la persona enferma y esta incomprensión empeora al paciente.
Algunas de las características de los cuadros de ansiedad patológica la hacen más fácilmente identificable
y sugieren la necesidad de acudir al médico para frenar su avance y
conseguir el tratamiento más adecuado. Jerónimo Saiz ayuda a
definir algunos de estos signos de alarma:
+ La ansiedad patológica es una emoción desagradable, molesta, desproporcionada e inmanejable.
+ Es discapacitante e interfiere con la vida normal,
ya que se establecen estrategias de evitación asociadas a aquello que
nos produce la ansiedad. Así, el claustrofóbico puede evitar los
ascensores, el acrofóbico los edificios altos o los viajes en avión e
incluso se puede dejar de salir sólo a la calle si se padece agorafobia.
. Se pierde tranquilidad con respecto al futuro, se
espera siempre que pase algo malo. Un ejemplo claro es que cuando un
hijo no llega a la hora esperada se tiende a pensar que ha ocurrido
algún accidente y a llamar a hospitales o funerarias.
. Se somatiza, la salud física se ve afectada a
través de síntomas como opresión en el pecho, mareos, palpitaciones,
sudoración, cansancio, cefaleas, dificultad para respirar o tragar,
pérdida de apetito o colon irritable.
. Las fobias dan lugar a temores irracionales y
generan cuadros de ansiedad que pueden afectar a la calidad de vida y
por tanto necesitan tratamiento.
. Crea dependencia, ya que supone que la persona enferma necesita estar siempre acompañada debido a la inseguridad que sienten.
. Las personas con ansiedad están desmoralizadas. La
depresión puede ser consecuencia de la ansiedad patológica y cuando se
sufre depresión suelen existir niveles elevados de ansiedad.
. Puede ser la consecuencia de un trauma, como una
violación, conflictos bélicos o accidentes de tráfico. En el síndrome de
estrés postraumático existe una ansiedad generalizada ligada a
embotamiento afectivo, pesadillas y reviviscencias del hecho traumático.
. Genera gran inseguridad y dudas ante todo, se necesita asegurar y verificar las acciones, necesitan situaciones previstas y temen la naturalidad y creatividad.
. Produce problemas de insomnio, los trastornos del
sueño no sólo impiden el descanso nocturno sino que durante el día
llevan al cansancio y a la falta de rendimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario