WASHINGTON.- El estilo de vida y no la ingesta de calorías parece claro que puede
ser el culpable del aumento de la obesidad, al menos en EE.UU., según un
nuevo análisis de los datos del Examen de Salud y Nutrición, Encuesta
Nacional (NHANES).
Además, un estudio publicado en ‘The American Journal of Medicine’
revela que en los últimos 20 años ha habido un fuerte descenso en el
ejercicio físico y un aumento de la media del índice de masa corporal
(IMC), mientras que la ingesta de calorías se ha mantenido estable.
Por
eso los investigadores han concluido que una caída a nivel nacional de
la actividad física en el tiempo libre, especialmente entre las mujeres
jóvenes, puede ser responsable de la tendencia al alza en las tasas de
obesidad.
Al analizar los datos de NHANES de los últimos 20 años, los
investigadores de la Universidad de Stanford descubrieron que el número
de mujeres adultas estadounidenses que afirmaron no tener actividad
física aumentó de 19,1% en 1994 al 51,7% en 2010. Para los hombres, el
incremento fue de 11,4% en 1994 al 43,5% en 2010. Durante ese período,
el IMC promedio se ha incrementado en todos los ámbitos, sobre todo
entre las mujeres jóvenes de 18 a 39.
«Estos cambios en la masa corporal se han producido en el contexto de
una subida sustancial en la proporción de adultos que no hacen
actividad física en su tiempo libre, pero en ausencia de cambios
significativos a nivel de la población en el promedio de la ingesta
calórica diaria», explica el investigador principal, Uri Ladabaum,
profesor asociado de Medicina (Gastroenterología y Hepatología) de la
Escuela Universitaria de Medicina de Stanford. «A nivel poblacional, se
encontró una asociación significativa entre el nivel de actividad física
en el tiempo libre y los aumentos tanto en el IMC como de la
circunferencia de la cintura que no estaban relacionados con la ingesta
calórica», agrega.
Los investigadores también hicieron un seguimiento del aumento de la
obesidad abdominal, que es un indicador independiente de mortalidad,
incluso entre las personas con un IMC normales.
La obesidad abdominal se define por la circunferencia de la cintura,
de 88 cm o mayor para las mujeres y de 102 cm o más para los hombres.
Los datos mostraron que la circunferencia de la cintura media se
incrementó en un 0,37% anual para las mujeres y un 0,27% por año para
los hombres. Al igual que el aumento de índice de masa corporal
promedio, el grupo más afectado por el aumento de las tasas de obesidad
abdominal fue el femenino.
«La prevalencia de la obesidad abdominal ha aumentado entre las
mujeres de peso normal y las mujeres y los hombres con sobrepeso. Y
aunque aun se sigue discutiendo sobre si el sobrepeso aumenta el riesgo
de mortalidad por sí solo, está claro que esta tendencia hacia una
obesidad abdominal entre las personas con sobrepeso es preocupante a la
luz de los riesgos asociados con el aumento de la circunferencia de la
cintura», afirma el investigador.
Y es que existen estudios que relacionan el cáncer de colon, por
ejemplo, con la grasa abdominal, pronóstico que empeora si además se
padece diabetes tipo 2.
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