BARCELONA.- Un equipo del Institut de
Recerca Biomèdica (IRB Barcelona) ha abierto la puerta por primera vez
en el mundo a usar la inmunoterapia contra los cánceres de colon más
agresivos y sus metástasis, tras lograr resultados "espectaculares" de curación e inmunidad en ratones creados durante cuatro años en el laboratorio.
Lo han explicado el primer autor del estudio que este miércoles publica la revista 'Nature', Daniele Tauriello, y el investigador del Icrea y jefe del Laboratorio de Cáncer Colorrectal del IRB Barcelona, Eduard Batlle, en rueda de prensa sobre el hallazgo, cuyos resultados se esperan en dos o tres años en ensayos clínicos sobre humanos.
Batlle ha pedido prudencia y ha admitido la complejidad de dar el salto desde la investigación básica hasta la clínica aplicada en humanos, y ha resaltado que uno de los hitos del trabajo es crear durante cuatro años ratones de laboratorio modificados con las cuatro mutaciones genéticas más comunes en los tumores humanos de colon avanzados.
Por primera vez, Tauriello ha logrado crear un modelo de ratón que mimetiza las principales características del cáncer de colon metastásico desarrollado en pacientes, teniendo en cuenta que "hasta ahora los investigadores ponían células del paciente y no se podía trabajar porque los animales eran inmunodeficientes", según Batlle.
El estudio desvela uno de los grandes interrogantes sobre el fracaso hasta ahora de las inmunoterapias --basadas en activar el sistema inmune contra las células tumorales-- en el cáncer de colon, y sitúa la hormona TGF-beta como la "responsable de que el sistema inmune sea ciego ante las células tumorales de colon".
Las claves de la investigación
"Si
bloqueamos la acción de esta hormona y para hacerlo usamos unos
inhibidores en fases clínicas, conseguimos revertir este proceso, por lo
que los linfocitos penetran en el tumor, se activan y evitan la metástasis en modelos animales", ha resumido Batlle.
Como apuntaban estudios anteriores del mismo laboratorio, la presencia de la hormona TGF-beta es clave para predecir el riesgo de los pacientes al desarrollar metástasis, y ahora el laboratorio demuestra que su inhibición permite desbloquear el sistema inmune y atajar el fenómeno de la inmunoexclusión, clave para que el tumor se escape de las defensas.
En el laboratorio, han logrado curar ratones con metástasis avanzadas, y han conseguido también que el sistema se convierta en inmune y pueda combatir de forma natural el mismo tumor de colon, impidiendo que se vuelva a reproducir.
Como apuntaban estudios anteriores del mismo laboratorio, la presencia de la hormona TGF-beta es clave para predecir el riesgo de los pacientes al desarrollar metástasis, y ahora el laboratorio demuestra que su inhibición permite desbloquear el sistema inmune y atajar el fenómeno de la inmunoexclusión, clave para que el tumor se escape de las defensas.
En el laboratorio, han logrado curar ratones con metástasis avanzadas, y han conseguido también que el sistema se convierta en inmune y pueda combatir de forma natural el mismo tumor de colon, impidiendo que se vuelva a reproducir.
Utilidad para páncreas y vejiga
"El
motivo por el que las inmunoterapias habían fallado en cáncer de colon
es porque existe este mecanismo de supresión", según Batlle, que ha
detallado la necesidad de saltar primero el bloque que ejerce la hormona TGF-beta para que los linfocitos reconozcan al tumor y lo ataquen con la creación de moléculas.
"Estamos convencidos de que el estudio puede ser de utilidad para tratar a pacientes con cáncer de colon avanzados", así como otros cánceres en que también hay mucha presencia de esa hormona, como podrían ser los de páncreas, melanoma y vejiga.
Las tasas de curación demostradas en animales es del 70% al 80%, y el perfil de pacientes humanos susceptibles a someterse a una terapia dual es, a grandes rasgos, el de usuarios con metástasis y altos niveles de expresión de esa hormona.
"Estamos convencidos de que el estudio puede ser de utilidad para tratar a pacientes con cáncer de colon avanzados", así como otros cánceres en que también hay mucha presencia de esa hormona, como podrían ser los de páncreas, melanoma y vejiga.
Las tasas de curación demostradas en animales es del 70% al 80%, y el perfil de pacientes humanos susceptibles a someterse a una terapia dual es, a grandes rasgos, el de usuarios con metástasis y altos niveles de expresión de esa hormona.
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