miércoles, 9 de marzo de 2011

La falta de sueño potencia las decisiones arriesgadas por un exceso de optimismo

La falta de sueño potencia las decisiones arriesgadas por un exceso de optimismo, según sugiere un estudio del Centro Médico de la Universidad de Duke en Durham (Estados Unidos) que se publica en la revista 'Journal of Neuroscience'.
   Los científicos mostraron, utilizando imágenes de resonancia magnética (IRM), que una noche sin dormir conduce a un aumento en la actividad cerebral en regiones cerebrales que evalúan los resultados positivos y a una menor activación en las áreas cerebrales que procesan los resultados negativos.
   Los individuos que habían sido privados del sueño en el estudio tendían a tomar decisiones que enfatizaban la ganancia económica y eran menos propensos a elegir aquellas que reducían las pérdidas, aunque este no era el caso de todos los sujetos. Otros estudios han mostrado que la carencia de sueño deteriora la habilidad para tomar decisiones pero esto se ha atribuido a menudo a los efectos de la falta de sueño sobre la atención y la memoria y a la incapacidad para integrar los resultados de las acciones de forma eficaz.
   Este es el primer estudio que muestra que la falta de sueño puede cambiar la forma en la que el cerebro estima los valores económicos, de forma independiente de sus efectos sobre la atención. El trabajo también demuestra que la deprivación de sueño aumenta la sensibilidad a las recompensas positivas mientras que la disminuye ante las consecuencias negativas.
   Los investigadores evaluaron a 29 voluntarios adultos sanos con una media de edad de 22 años para descubrir cómo la falta de sueño podía afectar a la toma de decisiones, de forma independiente a sus efectos sobre la atención.
   Los sujetos realizaron una serie de tareas de tomas de decisiones económicas en dos ocasiones, una a las 8 de la mañana tras una noche normal de sueño y otra a las 6 de la mañana después de no dormir en la noche anterior. Para evaluar la sensibilidad neural a las recompensas, los participantes observaban de forma pasiva los resultados de un juego de apuestas en las que se alternaban lo positivo y lo negativo. Los participantes también realizaron una tarea en la sesión de la prueba de la mañana y también cada hora durante la noche en la que no durmieron, para evaluar su atención.
   Según explica Michael Chee, responsable del estudio, "incluso si alguien realiza decisiones financieras muy arriesgadas y sonadas después de una noche normal de sueño, no hay garantías de que esta misma persona no te exponga a un riesgo desafortunado si no ha dormido lo suficiente".
   Chee explica que, por ejemplo, existe evidencia empírica de que las horas de trabajo largas de los médicos residentes conducen a un mayor número de accidentes. "Creo que es fundamental que la sociedad al completo se aferre a los datos generados sobre los efectos perjudiciales de la falta de sueño y considere si continuar haciendo las cosas a la antigua usanza", concluye el investigador.
   Scott Huettel, coautor del estudio, señala que los casinos a menudo promueven las conductas de riesgo al proporcionar alcohol gratis, luces y sonidos llamativos y al convertir el dinero en abstracciones como chips o créditos electrónicos. "La falta de sueño probablemente hace el juego incluso más tentador para muchas personas", apunta Huettel.

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