Investigadores del Centro Médico Universitario Erasmus de los Países Bajos han comprobado las causas que hacen que la hipertermia o calentamiento local de los tumores mejore la eficacia de la quimioterapia o la radioterapia en la lucha contra el cáncer, un método que tras este hallazgo podría combinarse también con determinados tipos de fármacos para aumentar su potencial.
Hasta el momento, algunos médicos habían utilizado el calor local para estimular la eficacia de algunos tratamientos como la radiación o la quimioterapia, si bien se desconocía de qué forma actuaba el calor para conseguir tales efectos.
Sin embargo, y según un artículo que publica esta semana la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS), ahora se ha observado que aplicar calor en los tumores hasta los 41 o 43 grados es suficiente para aumentar la eficacia de aquellas terapias que dañan el material genético de las células, gracias a la inhibición de una vía de reparación del ADN, la 'recombinación homóloga'.
El autor de esta investigación, Roland Kaanar, ha explicado en declaraciones a la agencia SINC que la hipertermia puede utilizarse para tratar "tumores que se puedan calentar localmente", como cuando se encuentra localmente avanzado en el cuello del útero o si el paciente sufre un cáncer de mama recurrente.
Del mismo modo, añade, ya existen fármacos que también inhiben una encima (PARP-1) relacionada con la reparación del ADN, por lo que "estos resultados proporcionan una base racional para combinar la hipertermia con estos fármacos", añade el investigador.
No obstante, aunque el calor localizado ha demostrado ser una herramienta no invasiva y atóxica que mejoraría la eficacia de los medicamentos, Kaanar reconoce que para su aplicación en pacientes serán necesarias más pruebas preclínicas.
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