Un equipo danés de investigadores ha descubierto que quienes caminan sobre el fuego sincronizan su tasa cardiaca con la de los familiares y amigos que los observan durante este acto ritual sobre el carbón. El trabajo se publica en la edición digital de la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS).
Los investigadores, dirigidos por Ivana Konvalinka del Centro de Neurociencia Funcionalmente Integrativa de la Universidad Aarhus en Dinamarca, equiparon a los participantes y espectadores con monitores cardiacos para cuantificar la conectividad social que subyace a los rituales de una comunidad.
Utilizando una técnica matemática, los investigadores determinaron que los cambios en las tasas cardiacas de quienes caminaban sobre el fuego a lo largo de la ceremonia estaban sincronizadas sólo con las de los miembros de la familia o los amigos más cercanos que observaban el ritual, en patrones que diferían de los observadores no relacionados.
La técnica distingue entre los cambios en los ritmos cardiacos y los repuntes de adrenalina que un individuo podría experimentar como espectador casual de aquellos cambios experimentados por los observadores que comparten un vínculo emocional con el participante descalzo.
Según los autores, estos patrones únicos reflejan la sutil actividad cardiaca asociada con la experiencia emocional compartida de los individuos, y demuestran que los individuos emocionalmente vinculados pueden también estar vinculados por vías fisiológicas.
Los autores proponen que la investigación demuestra un nuevo método para la cuantificación de la fisiología de la experiencia compartida que se puede producir durante los rituales sociales.
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