Médicos del Hospital de Bellvitge han sido pioneros en utilizar una nueva técnica para operar a pacientes de obesidad mórbida, una laparoscopia gástrica con robot que pliega hacia dentro la pared del estómago y que reduce el riesgo postoperatorio.
El centro médico de L'Hospitalet de Llobregat acoge hoy y hasta mañana la octava edición del curso internacional de cirugía laparoscópica bariátrica y metabólica, que cuenta con la asistencia de destacados expertos nacionales e internacionales.
El hospital catalán ha sido pionero en realizar una plicación gástrica por laparoscopia mediante cirugía robótica, para lo que ha utilizado un sistema quirúrgico robotizado bautizado como Da Vinci.
La primera y por el momento única paciente que ha sido intervenida mediante esta técnica ha sido una mujer de unos 60 años que padecía obesidad mórbida y que no ha tenido ninguna complicación tras someterse a la operación, este mismo año.
Otras veinte personas han sido intervenidas también mediante esta técnica -plegando el estómago hacia dentro-, pero sin robot, y sólo dos de ellas han sufrido alguna pequeña complicación.
El responsable de la operación y jefe del área de cirugía bariátrica de Bellvitge, Jordi Pujol, ha explicado hoy en rueda de prensa que la intervención consiste en plegar hacia dentro la pared del estómago mediante una cirugía mínimamente invasiva.
Hasta ahora, las operaciones se hacían mediante una gastrectomía vertical por laparoscopia que consiste en cortar y extirpar buena parte del estómago y el resto se vuelve a cerrar mediante grapas.
Pujol ha señalado que "el nuevo método es mucho más beneficioso para el paciente, porque reduce a un porcentaje mínimo las complicaciones".
El responsable de cirugía bariátrica ha puesto como ejemplo las fístulas, que son las "fugas" que se pueden producir al volver a grapar el estómago y por las que puede salir contenido intestinal del paciente.
"Estas fístulas se dan entre un 3 % y en 5 % de los casos y requieren una nueva intervención. Con el nuevo método, el porcentaje se reduce de manera importante. En medicina nunca se puede hablar del 0 %, porque siempre puede suceder algo imprevisto, pero estaríamos en unos niveles muy bajos, insignificantes, lo que es muy importante para la supervivencia y la calidad de vida del paciente", ha dicho Pujol.
El nuevo método también reduce el riesgo de hemorragias, que constituyen "el otro gran problema y riesgo en los casos de operación de obesidad mórbida", ha recordado el médico.
Según el responsable de este tipo de operaciones, otra de las grandes ventajas es que "la operación es reversible, no la obesidad mórbida, sino la operación que se hace en el estómago" y tiene menor coste económico.
El Hospital de Bellvitge está acreditado como centro de excelencia en este tipo de operaciones. Cada año realiza más de 125 operaciones de estas características y el índice de mortalidad es inferior al 0,3 % y el de morbilidad del 3 %.
Pujol se ha mostrado confiado en que estas cifras se reduzcan con la aplicación de la nueva técnica.
Por su parte, el director médico del Hospital de Bellvitge, Albert Salazar, ha destacado que "en época de crisis y en época de recortes se continúe apostando por la innovación, que mejora los resultados de las intervenciones".
Salazar también ha defendido que las operaciones altamente especializadas, como es este caso, se concentren en un hospital de referencia como es el de Bellvitge.
El director médico ha recordado que en este tipo de operaciones y otras intervenciones específicas, el centro de L'Hospitalet da cobertura a una población de más de dos millones de personas.
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