Los diabéticos con enfermedades renales moderadas o graves mostraron una mejora significativa y sostenida en el funcionamiento de los riñones tras 52 semanas de tratamiento con un nuevo medicamento en desarrollo de Laboratorios Abbott, según datos de un ensayo.
El medicamento oral, metil bardoxolona, es el primero que demuestra una mejora en el funcionamiento renal en pacientes con la enfermedad mortal y podría retrasar la necesidad de la cara y poco práctica diálisis renal, dijeron investigadores tras un estudio clínico en una etapa intermedia.
Los tratamientos actuales, que son básicamente medicamentos de control de la presión sanguínea, sólo han logrado reducir el progreso de la enfermedad renal crónica.
"Esto es único en los más de 20 años que llevo tratando pacientes con enfermedades renales crónicas. No existe nada que aumente el funcionamiento de los riñones", dijo el doctor David Warnock.
"La importante mejora que vimos en la variable principal de la semana 24 es persistente y se sostiene durante las 52 semanas de tratamiento", añadió Warnock.
La bardoxolona mostró una mejora renal estadísticamente significativa comparada con los placebos en las tres dosis que se probaron, 150, 75 y 25 miligramos, dijeron los investigadores.
Basándose en los resultados del estudio con 227 pacientes, Abbott y su socio Reata Pharmaceuticals, que descubrieron el medicamento, seleccionaron la dosis de 75 miligramos para un ensayo fundamental de Fase III recién iniciado.
La bardoxolona es el primer medicamento de una nueva clase llamada moduladores inflamatorios antioxidantes que funcionan conteniendo la inflamación, según los investigadores.
Pacientes del ensayo intermedio tenían diabetes tipo 2 y enfermedad renal crónica moderada o grave, definida por una tasa de filtración glomerular (TFG) de 20 a 45. Una persona con un funcionamiento normal de los riñones tiene una TFG, medida común para medir el funcionamiento de los riñones, de 100.
El medicamento de Abbott aumentaba el TFG en casi un 30 por ciento comparado con el placebo y con las otras dos dosis mayores.
Los que recibieron la dosis de 75 miligramos tuvieron una media de mejora de la TFG de 10,5 mientras que los pacientes de 150 miligramos vieron una mejora de la TFG de 9,5.
Un 21 por ciento de los pacientes que tomaron placebo sufrieron una pérdida en el funcionamiento renal (más del 25 por ciento) en el transcurso de las 52 semanas, lo que es típico de la enfermedad progresiva, según los investigadores.
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