Las adultas mayores que toman suplementos de vitamina D3 tendrían una pequeña ventaja en la supervivencia por sobre las que no los utilizan, aunque con un mayor riesgo de desarrollar cálculos renales.
Una revisión de 50 ensayos clínicos, con más de 94.000 adultas mayores, reveló que las mujeres que al azar habían tomado vitamina D3 eran un 6 por ciento menos propensas a morir durante los dos años de estudio que los grupos tratados con placebo o sin tratamiento.
Esa reducción del riesgo de morir, según los autores, se traduce en que 200 adultas mayores tendrían que tomar vitamina D3 durante dos años para salvar una vida más.
Los estudios fueron principalmente sobre mujeres, por lo que se desconoce si los hombres obtendrían el mismo beneficio. Además, se desconoce por qué en las mujeres tratadas con la vitamina aumentó la posibilidad de prolongar la vida, o cuál sería la mejor forma o dosis del nutriente.
Muchos estudios se concentraron en las adultas mayores que viven en hogares de cuidados y con más riesgo de tener deficiencia de vitamina D, ser frágiles y sufrir caídas.
La vitamina D es necesaria para mantener los huesos sanos y muchos estudios habían sugerido que reduciría el riesgo que tienen los ancianos de caerse y sufrir fracturas, que pueden ser fatales.
"Estos efectos preventivos explicarían una parte, si no la totalidad, de la reducción de la mortalidad observada", dijo el doctor Christian Gluud, autor principal del nuevo estudio.
Aun así, el experto opinó que se necesitan más investigaciones para comprender por qué en las usuarias de vitamina D3 tuvieron se redujo la tasa de mortalidad.
Aunque el equipo de Gluud revisó estudios sobre cuatro formas de vitamina D, halló que la vitamina D3 (colecalciferol) estaba asociada con el aumento de la supervivencia, ya que es más potente y el organismo la absorbe más rápido que a la vitamina D2 (ergocalciferol) presente en las multivitaminas.
Pero se desconoce si eso es porque sólo la vitamina D3 es efectiva o porque existen muy pocos estudios sobre la forma D2 u otras, según Gluud, de Cochrane Collaboration, que publicó los nuevos resultados.
En cuanto a la dosis óptima, el autor señaló que también se desconoce. El equipo observó una reducción del riesgo de morir con dosis de vitamina D3 de 800 unidades internacionales (UI) o menos. Pero Gluud indicó que existen pocos estudios sobre dosis más altas.
El beneficio observado coincide con las recomendaciones vigentes. Hace un año, el Instituto de Medicina de Estados Unidos, un panel asesor del Gobierno, determinó que la mayoría de la población necesita ingerir 600 UI de vitamina D por día, mientras que los mayores de 70 años tendrían que ingerir unas 800 UI.
Los adultos mayores tienen más riesgo que el resto de tener deficiencia de vitamina D porque el organismo no puede producir correctamente la vitamina después de la exposición al sol y porque los riñones no pueden convertir la vitamina D en su forma activa.
Esa población puede consumir la vitamina a través de alimentos como los pescados grasos (salmón y caballa), los productos lácteos y los cereales fortificados. En cuanto a la vitamina en píldora, Gluud dijo que los adultos mayores deberían consultar a sus médicos antes de utilizarlas.
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