Profesionales de Enfermería participan en la I Edición del Curso de Enfermería en Enfermedad Inflamatoria Intestinal, que se celebra este fin de semana en la Facultat de Ciènces de la Salut Blaquerna de la Universidad Ramon Llull (Barcelona) para "sentar las bases de cuál debe ser la función del profesional de enfermería para tratar a estos pacientes con la máxima garantía asistencial", según la doctora Elena Ricart, gastroenteróloga del Hospital Universitari Clínic de Barcelona y coordinadora del curso.
"La EII se ha convertido en uno de los focos de mayor interés en la gastroenterología. El número de pacientes aumenta cada año y por tanto también el número de consultas monográficas. Somos conscientes de que no sólo el médico tiene que tratar y cuidar a las personas que padecen esta patología sino que el papel del profesional de enfermería está creciendo y es cada vez más importante", ha señalado la doctora.
Durante el curso, los profesionales de Enfermería revisarán los impactos médicos y psicológicos de la EII en el paciente. Por un lado, se analizará el tratamiento clínico y quirúrgico de la patología, la fisiopatología, diagnóstico, y el papel del personal de Enfermería en la consulta externa, en el hospital de día y en las líneas de investigación.
Destacarán, por otro lado, los aspectos psicológicos y sociales como nutrición, recomendaciones sobre viajes, vacunación y la importancia de la adherencia al tratamiento.
"No existe un marco de especialización para este colectivo profesional en la EII. No existen cursos de formación orientados a enfermería en el cuidado del paciente con EII. Actualmente, solo disponemos de formación a través de cursos y congresos médicos. Sin embargo, estamos avanzando ya que, a nivel nacional, están apareciendo grupos de trabajo en esta especialidad como el Grupo Enfermero de Trabajo en EII (GETEII) integrado en el Grupo Español de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa (GETECCU). Este grupo tiene como finalidad aportar formación y reunir a profesionales del área", ha dicho Marta Gallego, diplomada universitaria en Enfermería del Hospital Universitari Clínic de Barcelona y coordinadora del curso.
"Nuestro objetivo es la creación de protocolos de actuación de enfermería y la estandarización de criterios enfocados al cuidado de estos pacientes. Sería deseable unificar criterios de cómo abordar con el paciente el diagnóstico reciente de su enfermedad, cómo explicarle en qué consiste esta patología, qué medicamentos existen, hábitos de vida saludable y, prevención de complicaciones. Tenemos una carencia sobre estos temas que son básicos para que el profesional de enfermería trate al paciente y desarrolle su profesión con todas las garantías de éxito", ha continuado.
Las dos patologías más importantes asociadas a la EII son la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa y su incidencia en España se ha incrementado en los últimos años. Concretamente, la colitis ulcerosa oscila entre 0,6 y 8 casos por cada 100.000 habitantes al año, con una media de 3,8. Las cifras correspondientes para la enfermedad de Crohn varían entre 0,4 y 5,5 casos por cada 100.000 habitantes al año, con una valor medio de 1,9 casos.
La enfermedad aparece, normalmente, cuando el paciente tiene 30 años. "Es el momento más crítico de la persona porque normalmente está en pleno apogeo de su vida profesional, social y familiar", ha indicado la doctora Ricart, que ha destacado, igualmente, el papel del personal de Enfermería en el trato al paciente.
"Por ejemplo, cuando a un paciente se le diagnostica la enfermedad tenemos que hacer un plan terapéutico para tratar el brote agudo y luego preparar un plan terapéutico para mantener la enfermedad en remisión. Es en esta fase cuando enfermería juega un papel fundamental en la adherencia al tratamiento por parte del paciente. La comunicación que existe entre el paciente y el personal de enfermería es de gran utilidad para el médico porque, en general, el paciente se siente más 'cómodo' y tiende a explicar más cosas que le preocupan. En muchas ocasiones, el fracaso de un tratamiento se debe a que el paciente no lo toma o no lo sigue como debiera", ha explicado.
"En los hospitales de día, los pacientes tienen programadas sus infusiones (cuando requieren fármacos que deben administrase por vía endovenosa) y para el personal de enfermería es un momento idóneo para explicarles la importancia de un buen cumplimiento del tratamiento. Si no fuera por ellas, muchas veces los médicos no nos enteraríamos de que el paciente no ha acudido a administrarse el fármaco. Hablamos de enfermedades sensibles por lo que la enfermera incide mucho en la actitud del paciente frente a su enfermedad", ha añadido la doctora.
"El paciente valora la consulta como un espacio donde se siente tranquilo, seguro y comprendido. Prestamos apoyo, información y aportamos todo el cuidado necesario para mejorar su calidad de vida. También actuamos como personas de enlace entre el paciente y el hospital para resolver aspectos relacionados con su enfermedad como períodos de exacerbación, dudas sobre la medicación, reacciones adversas a fármacos. Esta atención personalizada, los programas de educación y el seguimiento de enfermería evita ingresos hospitalarios y reduce costes económicos al sistema sanitario", ha concluido Marta Gallego.
No hay comentarios:
Publicar un comentario