miércoles, 22 de febrero de 2012

El farmacéutico puede ayudar a reducir un 50% los errores de prescripción

Los farmacéuticos pueden ayudar a los médicos a reducir hasta en un 50 por ciento los errores de prescripción, según ha demostrado un estudio sobre posibles métodos para evitar errores de prescripción que puedan dañar la salud de los pacientes. Los resultados de este trabajo, realizado en Reino Unido por investigadores británicos y neozelandeses, se publica en 'The Lancet'.

   La investigación, dirigida por el profesor de Cuidados en Atención Primaria de la University of Nottingham Tony Avery, fundador del Programa de Investigación en Seguridad del Paciente del Departamento de Salud de Reino Unido, se basó en pacientes en riesgo en 72 prácticas generales en las que tomaron los fármacos asociados con más frecuencia y consistencia a los errores en la medicación.
   Estas prácticas generales fueron divididas y asignadas para recibir o un 'feedback' por ordenador de los pacientes en riesgo o un 'feedback' por ordenador con respaldo de un farmacéutico, para corregir cualquier error detectado. Tras seis meses de seguimiento, las prácticas generales que recibieron respaldo de farmacéuticos registraron un numero significativamente menor de errores de prescripción.
   Para el profesor Avery, "su estudio ha mostrado una notable reducción de los errores de prescripción a partir de una aproximación que podría, fácilmente, ser extendida a las prácticas generales en Reino Unido".
 "La mayoría de las prácticas generales cuentan ya con el apoyo de un farmacéutico, pero gran parte de su tiempo lo emplean en controlar los costes de la prescripción", explica.
   "Lo que se necesita es que estos farmacéuticos dediquen más tiempo a la seguridad de los pacientes. Con esto no sólo se ayudaría a prevenir los daños innecesarios a los pacientes, podría incluso reducir los costes asociados con el manejo de los errores de prescripción, que algunas veces requieren ingresos hospitalarios", añade.
   El equipo de Avery, compuesto por investigadores de la University of Manchester; la University of Reading; la University of Otago, en Nueva Zelanda, y la University of Edinburgh, estudiaron las prácticas de medicina general en Nottinghamshire, Staffordshire y Cheshire Centro y Este, en Reino Unido.
   En concreto, sus resultados mostraron que los médicos generalistas tenían al menos la mitad de probabilidades de cometer errores en el control de los mayores que tomaban inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (ACE, por sus siglas en inglés) o diuréticos.
   También eran un 42 por ciento menos propensos a cometer errores a la hora de prescribir fármacos antiinflamatorios no esteroidales a pacientes con un historial de úlcera péptica (incluida la úlcera de estómago) y un 27 por ciento menos de probabilidades de cometer errores en la prescripción de beta-bloqueantes a pacientes con asma.
   "Sabemos que la medicina generalista es consciente de los riesgos de los fármacos que con más frecuencia se asocian con eventos adversos, pero los fallos ocurren y nuestro estudio ha mostrado una forma eficaz de manejarlos. Creemos que existe una necesidad urgente de extender estas intervenciones lideradas por farmacéuticos las prácticas generales en todo el país para evitar errores innecesarios en el futuro", concluye.

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