miércoles, 9 de mayo de 2012

Los probióticos reducen el riesgo de diarrea causada por la toma de antibióticos

Un nuevo estudio de la Corporación RAND, en Estados Unidos, considera que los probióticos pueden reducir el riesgo de sufrir diarrea durante la toma de antibióticos. Mediante el análisis de un gran número de estudios publicados, que examinan los efectos de los probióticos, los investigadores de RAND encontraron una evidencia consistente de que los probióticos pueden beneficiar a las personas que están tomando antibióticos. Los hallazgos han sido publicados en el 'Journal of the American Medical Association' (JAMA).

   Los probióticos son microorganismos que mejoran la salud mediante el mantenimiento de un equilibrio normal de los microorganismos en el intestino humano.
   "Hemos encontrado un claro efecto beneficioso de los probióticos en la prevención, o el tratamiento, de la diarrea asociada a la toma de antibióticos", afirma el coautor del estudio, Sydne J. Newberry, científico e investigador del RAND.
   Newberry añade que, "sin embargo, se necesita más trabajo para determinar qué tipos de probióticos funcionan mejor, qué pacientes tienen más probabilidades de beneficiarse de ellos, y si hay algún riesgo en su uso".
   Hasta un 30 por ciento de los pacientes que toman antibióticos sufren diarrea, un efecto secundario, y una razón clave por la que algunos pacientes no siguen adelante con el ciclo completo del tratamiento con antibióticos.
   Los investigadores del RAND, con sede en el sur de California, llevaron a cabo una extensa revisión de la literatura médica para encontrar estudios que han evaluado si el uso de probióticos puede prevenir y tratar la diarrea, asociada a los antibióticos.
   Como resultado, el uso de probióticos se asoció con un riesgo un 42 por ciento menor de desarrollar diarrea al tomar antibióticos, en comparación con el no uso de probióticos.
   Sin embargo, los investigadores creen que la evidencia es insuficiente para demostrar qué tipo de microorganismos eran mejores que otros, ya que las cepas incluidas no fueron bien documentadas. Además, no había indicios de que la respuesta varíe de forma sistemática por la edad de una persona, la duración del uso de antibióticos, u otras indicaciones clínicas.
   El equipo de RAND concluye que los esfuerzos futuros para estudiar los efectos de los probióticos deben tratar de determinar si algunas cepas, o combinaciones de probióticos, funcionan mejor que otros, trabajar con los antibióticos específicos, y averiguar si el uso de probióticos para la diarrea asociada a antibióticos está asociado con riesgos para la salud.

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