Un compuesto llamado rutina, que suele
encontrarse en frutas y verduras, y se vende sin receta como suplemento
dietético, inhibe la formación de coágulos en un modelo animal de
trombosis, según los resultados de un estudio del Centro Médico Beth
Israel Deaconess (Estados Unidos) que publica en su último número el
'The Journal of Clinical Investigation'.
De hecho, los autores del estudio proponen allanar el camino
para los ensayos clínicos con este flavonoide con el fin de desarrollar
una terapia para la prevención y el tratamiento del accidente
cerebrovascular, el ataque cardiaco, la trombosis venosa profunda, y el
embolismo pulmonar.
"La mayoría de los estadounidenses morirán como resultado de
un coágulo de sangre, ya sea en su corazón, o su cerebro", afirma el
autor principal, Robert Flaumenhaft, investigador en el Centro Médico
Beth Israel Deaconess, y profesor de Medicina en la Escuela Médica de
Harvard.
El estudio se centró en la disulfuro isomerasa (PDI), que se
encuentra en todas las células. Los investigadores de la División de
Hemostasia y Trombosis del Centro Médico Beth Israel Deaconess habían
demostrado previamente que el PDI es rápidamente secretado por las
plaquetas y las células endoteliales durante la trombosis, cuando se
forma un coágulo en un vaso sanguíneo, y que la inhibición de PDI puede
bloquear la trombosis en un modelo de ratón.
"Este fue un hallazgo inesperado, ya que identificó, por
primera vez, que el PDI es secretado por las células de un animal vivo, y
es un blanco potencial para la prevención de la trombosis", explica
Flaumenhaft. Sin embargo, debido a que el PDI intracelular es necesario
para la síntesis adecuada de las proteínas, los científicos tuvieron que
buscar un compuesto específico que bloquease el PDI extracelular, sin
inhibir el PDI intracelular.
Los autores comenzaron analizando una amplia gama de
compuestos para identificar inhibidores del PDI. Entre los más de 5.000
compuestos que fueron examinados, la quercetina-3-rutinósido (rutina)
resultó como el agente más potente.
La rutina, un bioflavonoide que se encuentra naturalmente en
muchas frutas, verduras y té, incluyendo las cebollas, las manzanas y
los cítricos, también se vende como un suplemento dietético.
Sorprendentemente, los estudios sobre la molécula de rutina
demostraron que la misma parte de la molécula que proporciona a la
rutina su capacidad para inhibir el PDI, también evita que el compuesto
entre en las células.
El equipo probó la rutina en un modelo de ratón de trombosis,
incluyendo estudios en los que se administró el compuesto por vía oral, y
se determinó que conservaba con éxito sus propiedades antitrombóticas,
al metabolizarse después de la ingestión oral.
"La rutina resultó ser el compuesto anti-trombótico más
potente probado en este modelo", afirma Flaumenhaft. Además, la rutina
inhibe tanto la acumulación de plaquetas y la generación de fibrina
durante la formación del trombo.
"Los coágulos se producen en las arterias y las venas",
explica Flaumenhaft, "los coágulos en las arterias son ricos en
plaquetas, mientras que en las venas son ricos en fibrina. Este
descubrimiento sugiere que un solo agente puede tratar y prevenir los
dos tipos de coágulos".
Incluso con el uso de las actuales terapias anticoagulantes,
como la 'Aspirina', el clopidogrel ('Plavix), y la warfarina
('Coumadin'), cada año 400.000 pacientes que previamente habían sufrido
un accidente cerebrovascular o ataque al corazón vuelven a sufrir una
trombosis.
"Una droga segura y de bajo costo que reduzca la formación de
coágulos recurrentes podría ayudar a salvar miles de vidas", concluye el
investigador, "estos ensayos pre-clínicos prueban que el PDI es una
importante diana terapéutica para la terapia antitrombótica, y debido a
que ya se ha establecido que la rutina es segura, estamos listos para
probar con rapidez esta idea en un ensayo clínico".
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