Investigadores del Instituto de Biología y
Genética Molecular (IBGM) de Valladolid han descifrado el potencial
terapéutico del ácido oleanólico, un ácido triterpénico presente en la
cutícula y las hojas del olivo que puede ayudar a combatir los signos y
síntomas de enfermedades con un importante componente inflamatorio, como
la esclerosis múltiple.
En concreto, y según publica en su último número la revista
'British Journal of Pharmacology', los investigadores han comprobado que
utilizando este compuesto como principio activo se consigue que la
enfermedad evolucione de forma más lenta.
"El desarrollo de la enfermedad es sensiblemente más lento en los
animales cuando se les administra el fármaco y, además, conseguimos
reducir significativamente e incluso eliminar en algunos casos todos los
procesos inflamatorios que van asociados a la enfermedad, lo que
repercute en la mejoría de los ratones desde el punto de vista
patológico", ha señalado María Luisa Nieto, de la Unidad de Inmunidad
Innata e Inflamación del IBGM.
Para el estudio, se ha utilizado el mejor modelo animal disponible
para estudiar la esclerosis múltiple, la encefalomielitis autoinmune
experimental (EAE), una enfermedad desmielinizante inflamatoria del SNC
en roedores que comparte con la esclerosis múltiple humana
características clínicas, patogénicas e histopatológicas.
De este modo, gracias a este modelo, se ha puesto de manifiesto el
potencial del ácido oleanólico como agente capaz de atenuar de forma
notable los signos clínicos (control muscular, peso, supervivencia) e
inmuno-inflamatorios (alteraciones en la permeabilidad vascular,
infiltración de leucocitos, presencia de citoquinas) de la EAE.
Igualmente, el grupo de investigadores ha patentado una nueva
aplicación farmacológica y en la actualidad está profundizando a nivel
celular y molecular en cómo estos compuestos afectan al beneficio que se
produce en la patología.
A la espera de que la industria farmacéutica se interese por esta
importante novedad, esperan contactar con neurólogos para poder llevar
el estudio a la práctica clínica, ha confirmado en una entrevista al
Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC).
A raíz de los buenos resultados obtenidos con el tratamiento a
partir de ácido olenólico para mitigar los efectos de la esclerosis
múltiple en el modelo experimental con ratones, el grupo de
investigación del IBGM pensó en realizar otro estudio para comprobar si
realmente estos compuestos estaban bien dirigidos hacia la patología
neuroinflamatoria o si también esta terapia podría ser beneficiosa en
otras patologías que afectaran a otros órganos.
A través de la buena relación del grupo con el Instituto de
Ciencias del Corazón (Icicor) del Hospital Clínico Universitario de
Valladolid, dirigido por Alberto San Román, se planteó la posibilidad de
trasladar la investigación a patologías de miocardio, en concreto a la
miocarditis, una enfermedad "en la que hay un importante componente
inflamatorio".
El miocardio es la pared muscular del corazón y la miocarditis una
infección poco frecuente causada por virus, bacterias u hongos que
originan la inflamación del órgano, entre otros aspectos.
Tras realizar el estudio en cultivos celulares, el grupo
científico comprobó que los ácidos triterpenos impiden la proliferación
de fibroblastos activando procesos de muerte celular programada. Además,
observaron que modulan procesos de diferenciación celular e inhiben la
expresión de citoquinas inflamatorias.
Según avanza la responsable del laboratorio del IBGM, aunque los
estudios en animales siguen en desarrollo, "todos los indicativos
señalan que estos compuestos bloquean la respuesta inflamatoria, son
reguladores de la respuesta inmune y mejoran significativamente la
evolución de la enfermedad, ya que los animales no desarrollan una
patología tan agresiva".
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