Los países desarrollados del mundo han duplicado la tasa media de nacimientos prematuros al 6 por ciento desde 1995 pese a los
esfuerzos por reducir el fenómeno, según un informe publicado esta semana.
A nivel mundial, 15 millones de los 135 millones de
bebés que nacieron en 2010 lo hicieron prematuramente, y 1,1 millón
murió, según el informe "Born Too Soon" (Nacer demasiado pronto), que
fue compilado como parte de la iniciativa de Naciones Unidas "Cada
Mujer, cada Niño".
El informe, con un proceso de elaboración de tres años y
escrito por expertos de 11 países, busca llamar la atención sobre el
problema y atraer donaciones de los gobiernos y entidades benéficas para
solucionarlo.
El estudio analiza los nacimientos
prematuros (antes de la semana 37 de gestación, cuyo plazo completo es
de 40 semanas) en 184 naciones, el mayor número estudiado hasta el
momento.
De los 65 países desarrollados que mantuvieron datos
confiables durante los años, sólo Croacia, Ecuador y Estonia redujeron
su tasa de partos prematuros desde la década de 1990.
En los otros 62, pese a la presencia también de
programas, por ejemplo, para mejorar la atención prenatal y disminuir la
cantidad de cesáreas, los nacimientos prematuros aumentaron de un
promedio del 3 por ciento al 6 por ciento.
La falta de avance es provocada en parte por "mitos y
percepciones erróneas" por parte de las agencias de salud públicas, dijo
el doctor Christopher Howson, vicepresidente de programas globales de March of Dimes y autor del informe.
Las equivocaciones incluyen la idea de que los
nacimientos prematuros son poco comunes y entonces no son un problema
importante que merezca atención y recursos.
"Este informe acaba con esa idea", dijo Howson. "No sólo el nacimiento prematuro no es extraño, sino que es común y provoca muertes", añadió.
Pero cuán común, y especialmente cuán letal, varía
enormemente en todo el mundo, generando lo que Howson llama "una brecha
de mortalidad espantosa".
Los partos prematuros representan casi la mitad de las
muertes de recién nacidos a nivel global, lo que los convierte en la
segunda causa de muerte en niños menores de 5 años, después de la
neumonía.
Mientras que más del 90 por ciento de los bebés nacidos
antes de las 28 semanas de gestación en los países ricos sobrevive, en
las naciones pobres más del 90 por ciento muere.
Las tasas
de nacimientos prematuros varían desde el 4 por ciento en Bielorrusia
al 18 por ciento en Malaui, y generalmente van en línea con las tasas de
pobreza, revela el informe.
Nueve de los 11 países con tasas de prematuridad por
encima del 15 por ciento se encuentran en África subsahariana. Unión de
las Comoras y Congo tienen una tasa de partos prematuros de 16,7 por
cada 100 nacimientos vivos; Zimbabue de 16,6. La tasa estadounidense es
del 12 por ciento, la peor de los países del G8 y ubicada en el lugar
número 59 de las 65 naciones con datos históricos confiables.
Las elevadas tasas de nacimientos prematuros en los
países pobres reflejan el hecho de que la pobreza está asociada con
muchos de los motivos por los cuales las mujeres entran en proceso de
parto demasiado rápido: atención prenatal inadecuada, infecciones como
la malaria y el VIH, hipertensión, obesidad o bajo peso, abuso de
sustancias como el tabaco y diabetes.
Pero la división ricos-pobres no es adecuada. La tasa
media de niños prematuros es del 12 por ciento en los países pobres y el
9 por ciento en las naciones ricas. De hecho, los países con las
menores tasas de nacimientos prematuros no son los más ricos.
Detrás de Bielorrusia, la siguiente tasa más baja es la
de Ecuador (5,1); seguida de Letonia (5,3); Finlandia, Croacia y Samoa
(5,5) y Japón y Suecia (5,9).
En los países más ricos, las causas de prematuridad
incluyen una edad de las madres cada vez mayor, los embarazos múltiples
por los tratamientos de fertilidad y las inducciones y cesáreas por
conveniencia en lugar de necesidad médica.
"Muchas mujeres y sus médicos optan por la semana 37 para iniciar el trabajo de parto o realizar una cesárea", dijo la pediatra Joy Lawn, de Save the Children, una de los autores del informe.
Pero, dado que determinar la edad de gestación no es
una ciencia exacta, muchos bebés supuestamente de 37 semanas de
gestación "tendrían menos de 35 semanas" de desarrollo, agregó la
experta.
De los 500.000 nacimientos prematuros de 2010, la tasa
estadounidense del 12 por ciento es más la de un país en desarrollo,
ubicándose en el lugar 130 de 184 países, ligado a Somalia, Tailandia y
Turquía, y apenas algo mejor que la de Honduras y Timor.
Entre los motivos, dijo Howson, se encuentran las
muchas madres mayores (el 14 por ciento de los nacimientos
estadounidenses son de madres de 35 años o más), los fármacos para
tratar la infertilidad (que hacen más factibles los embarazos
múltiples), y la inducción del parto o las cesáreas.
Las muertes prematuras podrían reducirse un 75 por
ciento a través de intervenciones económicas o sin coste, dijo Lawn.
Entre ellas: enseñar a las madres a llevar a sus recién nacidos al
"estilo canguro", sobre el pecho, para mantenerlos a temperatura cálida.
Eso podría salvar a 450.000 prematuros por año;
mientras que las inyecciones de corticosteroides a las madres con
trabajo de parto prematuro, que ayudan al desarrollo pulmonar del feto,
cuestan un dólar y podrían salvar a 370.000 bebés al año.
La solución final -mantener a cada bebé en el útero
materno durante 40 semanas- es un desafío. Mejorar la salud materna
tratando la hipertensión y las infecciones ayudaría, así como también
cambiar las prácticas obstétricas para que el trabajo de parto no sea
inducido antes sin motivos médicos.
"Aún no sabemos mucho sobre cómo prevenir el nacimiento
prematuro", dijo Howson. "Necesitamos investigaciones más profundas que
apunten a sus causas", añadió.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus socios
establecieron dos metas para 2025: eliminar la mortalidad por
nacimientos prematuros en países donde la tasa de parto prematuro está
por debajo del 5 por ciento, y reducir a la mitad la mortalidad donde se
supere ese 5 por ciento.
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