Uno de cada cuatro niños españoles de 3 a 5
años sufre exceso de peso --7,3 por ciento obesidad y 16,2 de
sobrepeso--, una cifra "alarmante" que se ha disparado en 2011, según
señala el director científico de la Fundación Thao, Rafael Casas, a la
luz de un reciente estudio sobre hábitos alimentarios.
"La
situación es muy alarmante ya que el sobrepeso a esta corta edad puede
provocar graves problemas de salud y crecimiento, entre ellos
deformaciones óseas y diabetes", ha lamentado Casas, que ha recordado
que también ha incrementado el sedentarismo infantil.
La
afectación de la obesidad en los menores de 5 años "debería ser una
prioridad en los programas sanitarios", ha valorado Casas, que ha
puntualizado que se debe educar a los padres para que alimenten
correctamente a sus hijos, especialmente en el final de la etapa de
lactancia materna.
Cuando un pequeño empieza a ingerir
alimentos sólidos experimenta una etapa de 'neofobia' que le hace
escupir la comida con sabor nuevo para él, lo que hace que rechacen
inicialmente la fruta y la verdura, "pero los padres deben seguir
dándole estos alimentos hasta que los acepten", ha añadido Casas.
Tras analizar el peso y la talla de más de 38.000 niños de hasta 12
años, se ha constatado que el exceso de peso es ya del 30% --21,7%
sobrepeso y 8,3% obesidad--, una afectación que no experimenta
diferencias entre niños y niñas y que se sitúa en niveles de países como
Estados Unidos y México.
Según el presidente de la Fundación
Thao, Henri Gracia, las administraciones "están haciendo oídos sordos
ante el aumento espectacular de la obesidad infantil", recordando que no
se trata de una enfermedad en sí, sino de una patología que deriva en
muchas enfermedades graves.
"En España no hay prevención y urge
un salto cuantitativo y cualitativo en este ámbito", ha explicado
García, asegurando que el gasto sanitario en materia de obesidad
infantil es muy elevado.
El estudio
ha revelado que el impacto de la obesidad tiene una "relación directa
con el nivel socioeconómico de las familias, que no pueden garantizar
una ingesta equilibrada de frutas y verduras", ha explicado el
responsable de evaluación de Fundación Thao, Santi Gómez.
En un
estudio elaborado en paralelo sobre el nivel de adherencia de los niños
españoles a la dieta mediterránea, se ha comprobado que el 25% de los
niños de entre 8 y 13 años no ingiere fruta ni verdura a diario, cuando
lo recomendable es tomar 5 piezas.
Además, sólo un 65,9% de los
niños desayunan de manera habitual, algo "muy nocivo para su desarrollo
y su rendimiento escolar", ha valorado Gómez, que ha celebrado que pese
a los resultados, el 75% de los menores toman pescado y legumbres con
regularidad.
La mayoría de los niños
evaluados tienen una vida sedentaria y pasan más de una hora frente a
una pantalla --TV, ordenador y videoconsola--, y el 13% más de dos
horas, algo que "debe combatirse de inmediato a través del fomento del
ejercicio físico", ha valorado Gómez.
"Sale mucho más barato
poner un carril bici en una ciudad para que los niños se diviertan y
hagan deporte que no montar una unidad especializada en enfermedades del
corazón para adolescentes", ha explicado el presidente de la Fundación
Española de Nutrición, Gregorio Varela.
Varela ha lamentado que
haya adolescentes con obesidad mórbida que deban someterse a cirugía
estética ante la falta de respuesta al tratamiento médico, una tendencia
que podría aumentar si no se invierte la afectación actual entre los
más pequeños.
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