Según un nuevo estudio, publicado en 'Nature
Medicine', el fortalecimiento de la vía de una proteína en el sistema
sanguíneo, protege a los ratones del envenenamiento por radiación. Los
científicos de este estudio multi-institucional afirman que sus
hallazgos abren la posibilidad de nuevos tratamientos contra la
toxicidad de la radiación durante el tratamiento del cáncer, o durante
las exposiciones ambientales, como en una explosión nuclear o un
accidente.
Estos nuevos hallazgos sugieren que el aumento farmacológico de la
actividad de la vía Thbd-APC, mediante la Thbd recombinante
(trombomodulina), o la APC (proteína C reactiva), podría mitigar el daño
tisular y la letalidad causada por la radiación ionizante. La APC ha
sido objeto de ensayos clínicos en pacientes, y la Thbd recombinante
está siendo investigado actualmente para su uso en el tratamiento
antitrombótico en los seres humanos.
El estudio revela una función previamente desconocida de la vía
Thbd-APC en la mitigación de la radiación: esta vía es conocida por su
capacidad para prevenir la formación de coágulos de sangre, y ayudar a
combatir las infecciones del cuerpo. Los investigadores observaron que
esta vía ayuda a las células sanguíneas de la médula ósea a recuperarse
de una lesión causada por exposición a la radiación.
En todos los casos, el tratamiento con Thbd o APC, aceleró la
recuperación de la actividad de las células progenitoras hematopoyéticas
de la médula ósea, y redujo los efectos nocivos de la irradiación letal
total del cuerpo.
Los científicos advierten que su estudio involucra la
investigación de laboratorio con ratones, por lo que aún no se han
probado estos resultados en los seres humanos. Los beneficios
protectores de Thbd-APC se produjeron sólo in vivo en modelos de ratones
irradiados. Los investigadores señalan que la sobreexpresión de Thbd en
cultivos de células irradiadas de laboratorio no ofreció los mismos
beneficios de protección, lo cual indica que sus beneficios protectores
depende de la ayuda de otras células o moléculas en el cuerpo, lque los
investigadores están tratando de identificar en un estudio de
seguimiento.
El estudio involucró extensas colaboraciones por parte de grupos
en el Centro Hospitalario Infantil de Cincinnati; la Universidad de Ulm,
en Alemania, la Universidad de Arkansas, el Instituto de Investigación
de la Sangre en Milwaukee, en Wisconsin; y el Instituto de Investigación
Scripps, en La Jolla, California.
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