El Hospital Universitari i Politècnic La Fe
de Valencia ha realizado la primera cirugía fetal fuera del útero
mediante la técnica EXIT (Ex Utero Intrapartum Treatment), que permite
un parto parcial mediante cesárea para asegurar la posibilidad de
respiración en bebés con problemas de obstrucción respiratoria mientras
se mantiene su oxigenación a través del cordón umbilical. En este caso,
el feto presentaba un tumor cervical maligno gigante, que suponía el 8
por ciento de su peso, detectado en la 26 semana de gestación, y que se
extirpó al día siguiente del parto.
La evolución del niño, de casi siete meses, ha sido favorable y
actualmente se encuentra de alta, tras un exhaustivo seguimiento médico
a lo largo de cinco meses por parte de los servicios del hospital
infantil La Fe, que ha evidenciado que no presenta secuelas del tumor ni
de la cirugía. Ésta es la primera cirugía fetal de este tipo realizada
en la Comunitat Valenciana.
A raíz de este supuesto, se ha creado un Comité de Cirugía
Fetal en el Hospital La Fe, formado por obstetras, anestesistas,
neonatólogos, cirujanos maxilofaciales, radiólogos, urólogos y cirujanos
pediátricos para optimizar el nacimiento, asegurar la vía aérea y
planear el tratamiento quirúrgico de casos similares, ya que el avance
en el correcto diagnóstico fetal y el tratamiento en comités de cirugía
fetal ha mejorado el pronóstico de muchas malformaciones graves, según
ha explicado el centro hospitalario.
La intervención se realizó el pasado mes de diciembre y
consistió en extraer la cabeza y los brazos del niño del vientre materno
para intubarlo sin suprimir la conexión con su madre, de manera que el
feto continúa respirando por el cordón umbilical hasta que puede hacerlo
por los pulmones. De este modo, se asegura la capacidad respiratoria
del niño antes de que se corte el cordón umbilical, que es el momento en
el que se interrumpe el aporte de oxígeno a través de la sangre que le
proporciona la la madre.
Al paciente, que actualmente tiene cinco meses, se le
diagnosticó en su periodo fetal (a las 26 semanas de gestación), una
gran masa que ocupaba el cuello y parte de cabeza y tórax, que hubiera
comprometido "seriamente" su supervivencia si hubiera nacido mediante un
parto convencional, ya que el tumor le comprimía la vía aérea y le
hubiera dificultado bastante su función respiratoria.
La intervención sobre la madre y el feto duró alrededor de 60
minutos, durante los cuales se procedió a asegurar la vía aérea antes de
extraer completamente al bebé. La intervención quirúrgica definitiva,
realizada al día siguiente, duró cinco horas y se extrajo con éxito un
tumor gigante (teratoma quístico inmaduro de alto grado de malignidad),
de 160 gramos que comprimía el cuello, cabeza y tórax del niño.
De hecho, según ha explicado a los medios el cirujano
pediátrico Carlos Gutiérrez, el de este niño ha sido un "caso límite".
"Probablemente hay muy pocos casos en el mundo vivos con un tamaño tan
grande", ha dicho, para relatar que sufría una "malformación que le
obstruía la vía respiratoria" y que alcanzaba "casi el 8/10 por ciento
de su peso".
"Hace pocos años sería incompatible con la vida", ha
subrayado, aunque ha recalcado que gracias al sistema EXIT pueden tener
"una ventana de unos 20-40 minutos para dejar la via aérea permeable y
preparar al enfermo para la cirugía". "Se dio esa colaboración se pudo
intubar al enfermo en el útero y el enfermo se operó al día siguiente",
ha dicho, en una operación "delicada" porque "era una tumoración
límite", con "alto grado de malignidad", que necesitaban quitar
"completamente" sin dañar las estructuras vasculonerviosas y del cuello.
Según el especialista, "afortunadamente el enfermo respondió
muy bien y, tras pasar meses en cuidados intesivos, en neonatología,
está práctciamente seguro, libre de enfermedad y con una calidad de vida
fenomenal para la edad".
El padre del pequeño se ha mostrado "muy agradecido" al equipo
médico, que ha calificado de "fantástico" y que ha atendido "muy bien a
nuestro hijo" y ha posibilitado que todo haya "salido muy bien". "Fue
una experiencia que nos cambió la vida. Siempre hemos hablado con mi
esposa que podía ser una experiencia que nos tirara hacia abajo o nos
levantara y decidimos enfrentar todo para que fuera una experiencia que
nos levantara", ha recalcado.
La madre, por su parte, ha agradecido toda la información
recibida en el embarazado para que, en el momento en que se puso de
parto, "dentro del estado de nervios, estaba tranquila".
"En cuanto vi
al anestesista dije: ¡ya está me van a dormir y que sea lo que Dios
quiera", ha narrado, y ha agregado que también estuvo tranquila cuando
posteriormente intervinieron al pequeño para quitarle el tumor.
"Estuvimos bastante tranquilos dentro de la dureza y
dificultad del momento", ha asegurad y ha añadido que los oncólogos les
han dicho que estén "tranquilos". Sobre su pequeño, ha dicho: "tendríais
que ver como se mueve".
Por su parte, la doctora Isabel Izquierdo ha explicado que el
recién nacido pasó de la sala de partos, tras estabilizarlo, a la UCI
neonatal porque era un prematuro de 31 semanas en el que se unía la
complejidad de su patología con la propia de los prematuros. El bebé,
tras la operación, presentó problemas secundarios por ambos motivos como
secuelas respiratorias y con la alimentación, que superó. Ahora, ha
precisado que necesita seguimiento y posteriores consultas en oncología
pediátrica.
La operación requirió la coordinación de los servicios de
obstetricia, anestesiología, neonatología, cirugía pediátrica y
otorrinolaringología infantil del Hospital La Fe. En total, 13
especialistas médicos, además de las matronas y el personal de
quirófano, han participado en este hito asistencial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario