Un trabajo del Departamento de Salud de Reino
Unido ha concluido que la silicona de los polémicos implantes mamarios
de la empresa francesa Poly Implant Prothese (PIP) no es tóxica ni
cancerígena ni constituyen una amenaza a largo plazo para la salud
humana, pese a haberse confirmado que tienen un alto riesgo de ruptura.
Así lo ha explicado el profesor Bruce Keogh, director médico
del Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido, quien dirigió este
informe en el que se analizaron un total de 240.000 prótesis de
diferentes marcas y varios países, que habían sido implantados a 130.000
mujeres.
Estos datos se compararon posteriormente con los análisis de
5.600 prótesis procedentes de otras tantas operaciones de retirada, que
han concluido que "en el material de los implantes PIP no hay nada que
pueda suponer una amenaza para la salud humana a largo plazo".
El estudio encontró que los implantes PIP sí tienen una alta
tasa de ruptura, casi dos veces más que las prótesis de otras marcas,
siendo de entre un 6 y 12 por ciento después de 5 años e incrementándose
a entre un 15 y 30 por ciento después de 10 años.
Sin embargo, "aunque el contenido no es dañino y el gel
demostró no contener ninguna sustancia tóxica, la resistencia mecánica
inferior de los implantes condujo a que el grupo los considere un
producto de calidad inferior", ha explicado este experto en
declaraciones a la BBC.
Lo que han demostrado los estudios es que cuando los implantes
se rompen pueden causar irritación en la zona de afectada en algunas
mujeres, lo que causa síntomas como dolor o inflamación de los ganglios
linfáticos.
Pero, según los investigadores, "no hay evidencia de que esto cause problemas más significativos para la salud general".
En enero de este año, un estudio previo del profesor Keogh
concluyó que no había suficiente evidencia para recomendar una
extracción rutinaria de implantes PIP en el Reino Unido, pero reconoció
que el asunto estaba causando mucha preocupación en muchas mujeres, de
ahí que se decidiera a realizar una investigación más amplia sobre los
riesgos potenciales, si los había.
Sin embargo, ha explicado, al haberse confirmado que tienen
más probabilidad de romperse es necesario "recomendar a las mujeres que
muestren síntomas de ruptura, como sensibilidad, dolor o bultos, que
consulten a su médico o cirujano".
Por su parte, el doctor Fazel Fatha, presidente de la
Asociación Británica de Cirujanos Plásticos y Estéticos, afirma que "a
pesar de las pruebas rigurosas que muestran que no hay riesgos a largo
plazo para la salud humana con los compuestos químicos del gel, "el
hecho es que los PIP tienen más probabilidades de romperse y filtrarse
al organismo".
Lo que, a su juicio, "puede causar reacciones químicas en una proporción inaceptable de pacientes".
"Estamos de acuerdo con los resultados del informe, pero la
ansiedad en sí misma ya es un riesgo para la salud, por lo que es
totalmente razonable que las mujeres tengan el derecho a optar por una
extracción", ha asegurado.
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