Según ha evidenciado un estudio realizado en
San Francisco por expertos de la Universidad de California (Estados
Unidos), la falta de sueño reduce la eficacia de las vacunas. Esta es la
primera investigación efectuado fuera de un laboratorio del sueño.
En ella, los investigadores han demostrado que la duración del
sueño está directamente vinculada a la respuesta de la vacuna inmune.
Así lo aseguran en las páginas de la revista 'Sleep', en su edición del
mes de agosto.
"La privación crónica del sueño se ha convertido en una forma
de vida para muchos estadounidenses", explica el experto principal y
estudiante de doctorado en la Universidad de Pittsburgh (Estados
Unidos), Aric Prather. Debido a esta situación, es necesario "crear
conciencia en la comunidad de salud pública", añade.
En su análisis, el especialista ha evaluado en sus respectivos
hogares a 125 pacientes tratados contra la hepatitis B, de los cuales
70 fueron mujeres y 55 hombres. Para ello, se han medido los niveles de
anticuerpos antes y después de las inyecciones de antibióticos.
Así, se ha conseguido demostrar que las personas que durmieron
menos de seis horas por noche "fueron mucho menos propensos a
desarrollar respuestas de anticuerpos a la vacuna y, por lo tanto,
fueron más propensos a no ser protegidos por la misma que las personas
que dormían más de siete horas en promedio", asegura el experto.
Ante ello, Prather concluye que dormir menos de seis horas
"confiere un riesgo significativo", ya que el sueño "juega un papel
importante en la regulación del sistema inmune". Por eso, el experto
aconseja dormir "entre siete y nueve horas por noche".
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