Científicos de las universidades de Liverpool y Glasgow (Reino Unido)
han descubierto un posible método para mejorar la reparación del nervio
en el tratamiento de lesiones de la médula espinal. En concreto, han
hallado que los azúcares de cadena larga, llamados sulfatos de heparano,
juegan un papel significativo en el proceso de formación de cicatrices
en modelos de células desarrollados en el laboratorio.
Se sabe que el tejido de la cicatriz, que se forma después de la
lesión de la médula espinal, crea una barrera impenetrable para la
regeneración del nervio, lo que lleva a la parálisis irreversible
asociada con lesiones de la médula. Los resultados de la investigación,
publicada en 'Journal of Neuroscience' y patrocinada por Wellcome
Trust, pueden contribuir a nuevas estrategias para manipular el proceso
de cicatrización inducida en la lesión de la médula espinal y la mejora
de la eficacia de las terapias de trasplante de células en estos
pacientes.
La cicatrización se produce debido a la activación, cambio de
forma y la rigidez de los astrocitos, que son las células nerviosas
principales de apoyo en la médula espinal. Una posible manera de reparar
el daño nervioso es el trasplante de células de soporte de los nervios
periféricos, llamadas células de Schwann, pero los científicos
descubrieron que éstas segregan azúcares de sulfatos de heparano, que
promueven reacciones en las cicatrices y podrían reducir la efectividad
de la reparación del nervio.
Los científicos detectaron que estos azúcares pueden sobreactivar
factores proteicos de crecimiento que promueven la cicatrización de
astrocitos, pero que esta activación excesiva puede ser inhibida por las
heparinas modificadas químicamente en el laboratorio. Así, estos
compuestos podrían prevenir la formación de cicatrices, lo que abre
nuevas oportunidades para el tratamiento de las células nerviosas
dañadas, según los autores del estudio.
"Los azúcares que estamos investigando son producidos por casi
todas las células del cuerpo y son similares al anticoagulante heparina", resumió el profesor Jerry Turnbull, del Instituto de Biología Inegral de la Universidad de Liverpool (Reino Unido).
"Lo interesante es que abre la puerta a desarrollar tratamientos para
mejorar la reparación de los nervios en los pacientes, utilizando las
propias células del cuerpo de Schwann, complementadas con azúcares
específicos", añade.
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