Un nuevo estudio revela que las enfermedades
transmitidas por vectores y parásitos tienen consecuencias importantes
para el desarrollo económico en todo el mundo y son los principales
causantes de las diferencias de ingresos entre los países tropicales y
templados, según los resultados de la investigación, publicados en la
revista Plos Biology'.
La carga de estas enfermedades es, a su vez, determinada por
factores subyacentes ecológicos, lo que tiene implicaciones importantes
para la economía de la política sanitaria en los países en desarrollo y
los avances en la comprensión de cómo las condiciones ecológicas pueden
afectar en el crecimiento económico.
El equipo de investigadores estaba intrigado por el hecho de que
los países tropicales se componen en general de poblaciones pobres
agrarias mientras que los países de las regiones templadas son más ricos
e industrializados. Esta distribución de los ingresos es inversamente
proporcional a la carga de la enfermedad, que alcanza su máximo en el
ecuador y disminuye a lo largo latitudinalmente.
Aunque es común a la conclusión de que la economía impulsa el
patrón de la enfermedad, los autores señalan que la mayoría de las
enfermedades que afligen a los países pobres gastan la mayor parte de su
ciclo de vida fuera del huésped humano. Muchos ni siquiera pueden
sobrevivir fuera de los trópicos y su distribución está determinada en
gran medida por factores ecológicos, como la temperatura, las
precipitaciones y la calidad del suelo.
Debido a la alta correlación entre la pobreza y la enfermedad, el
desafío de su análisis estadístico era determinar los efectos de una
sobre la otra. El equipo reunió una gran cantidad de datos para todos
los países del mundo sobre economía, enfermedades parasitarias e
infecciosas transmitidas por vectores, la biodiversidad (mamíferos, aves
y plantas) y otros factores y, sabiendo que las enfermedades están
determinados en parte por la ecología, utilizaron un potente conjunto de
métodos estadísticos, macroecología, que permitió separar las variables
que pueden tener relaciones subyacentes entre sí.
Los resultados del análisis sugieren que la enfermedad infecciosa
tiene tan poderosos efectos sobre la salud económica de una nación como
la gobernanza, dicen los autores. "El principal activo de los pobres es
su propio trabajo. Las enfermedades infecciosas, que se rigen por el
medio ambiente, roban sistemáticamente los recursos humanos.
Económicamente hablando, el efecto es similar al de la delincuencia o la
corrupción del Gobierno a la hora de socavar el crecimiento económico",
explica Matthew Bonds, economista de la Escuela de Medicina de Harvard
(Estados Unidos) y autor principal.
Este resultado tiene un significado importante para las
organizaciones humanitarias internacionales, ya que sugiere que el
dinero gastado en la lucha contra las enfermedades también podría
estimular el crecimiento económico. Por otra parte, aunque la diversidad
de enfermedades humanas está altamente correlacionada con la diversidad
de las especies circundantes, el estudio indica que la carga de la
enfermedad humana, en realidad disminuye cuando aumenta la
biodiversidad.
El análisis no es concluyente acerca de por qué este efecto es tan
fuerte. Los autores sugieren que la competencia y la depredación
limitan la supervivencia de los vectores de enfermedades y parásitos de
vida libre donde la biodiversidad es alta.
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