La innovación experimentada en los últimos
años en el campo de la oncología es "increíble" a tenor de los nuevos
fármacos obtenidos, tal y como ha afirmado este miércoles el miembro del
Hospital Clínico San Carlos, de Madrid, el doctor Eduardo Díaz-Rubio.
El experto, que ha hecho estas declaraciones como coordinador
científico del 'XV Simposio de Revisiones en Cáncer' que se celebra en
la capital hasta el próximo viernes, señala, sin embargo, que son
necesarios biomarcadores para los fármacos experimentales obtenidos. "En
el futuro no doy mucha cancha a los fármacos nuevos si no vienen
acompañados de biomarcadores", indica al respecto.
Por ello, considera que "hay que ser más exigentes con la Agencia
Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) para que no haya
dudas de que un fármaco sea válido o no". A su juicio, se están
haciendo esfuerzos para la incorporación de estos biomarcadores, que
"permitirían seleccionar los pacientes que más se van a beneficiar de su
administración".
Además, Díaz-Rubio manifiesta que, si se obtienen, se actuaría de
una manera "más eficaz", ya que el no tenerlos "obliga a tratar a todos
los pacientes para beneficiar sólo a algunos". Con biomarcadores se
posibilitaría también "ser más sostenibles", afirma.
Otra demanda que realiza el experto es la de que la enfermedad del
cáncer tenga financiación específica, algo que ayudaría "a mantener los
resultados". Respecto a éstos, señala que "se han obtenido dianas
moleculares en casi todos los tumores".
Así, observa que para el cáncer de riñón hay siete nuevos fármacos
que "deben emplearse de manera secuencial". En cuanto al tumor de mama,
lo que se está empleando es nanotecnología con fármacos como
'Everolimus' (Novartis) y otros "que actúan a nivel de los receptores de
membrana, como 'Pertuzumab' (Roche)", sostiene.
Por otra parte, y en relación al cáncer de pulmón, Díaz-Rubio
subraya que se está cambiando la medicina" en este área a través de los
tratamientos por estratos y los inhibidores de MET. Misma tónica siguen
el melanoma y el cáncer colorrectal, con fármacos dirigidos a las
mutaciones del gen BRAF en el primero, y con cinco nuevos en el segundo.
Aunque el coordinador científico reconoce que estos tratamientos
"son caros", reclama un esfuerzo de la sociedad, ya que "no se pueden
sustraer estos fármacos a los pacientes". Como refuerzo a esta
sentencia, afirma que, aunque algunos fármacos no sean antitumorales
'per se', "ayudan a que la quimioterapia sea más eficaz".
En este sentido, manifiesta que este último tratamiento se sigue
usando porque "no se ha barrido del todo del arsenal terapéutico". Por
ello, confirma que algunos pacientes están siendo tratados de manera
combinada "con nuevos fármacos moleculares y quimioterapia".
Por su parte, el jefe de Oncología Médica del Hospital
Universitario de Guadalajara, el doctor Javier Cassinello, se ha
referido a las novedades acaecidas en cuanto a cáncer de próstata, "el
tumor más frecuente en varones". A su juicio, los oncólogos, hasta hace
unos años, "sólo podían intentar detener su crecimiento".
Sin embargo, ahora, armas terapéuticas que han aumentado
"enormemente" su supervivencia, la cual se cifraba en un año desde el
momento del diagnóstico, indica. Así, señala que en este momento
"existen seis fármacos moleculares" en esta especialidad.
Para él, el paciente que se diagnostica precozmente "es
absolutamente curable" tras la radioterapia o la cirugía unida al
trabajo posterior del oncólogo. Uno de los medicamentos con los que
trabaja este especialista es 'Abiraterona' (Janssen), que "es eficaz
antes y después de la quimioterapia".
"La hormonoterapia es eficaz durante todo el tratamiento",
continúa Cassinello al tiempo que destaca el papel de la paninhibición
de andrógenos. Por último, expresa que la inmunoterapia en este tipo de
tumor era "casi imposible de imaginar", por lo que se muestra satisfecho
de que pueda "aumentar la supervivencia en cáncer avanzado".
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