El consorcio de investigación vasco formado
por CIC bioGUNE, la UPV/EHU, el Instituto de Genética y Biología
Molecular y Celular (IGBMC) y la empresa 'spin-off' Ikerchem ha
realizado un estudio con ratones en el que se ha logrado detener el
crecimiento de cáncer de colon y su propagación al hígado mediante el
uso de moléculas sintéticas.
Este avance, que podría abrir una nueva vía para el tratamiento
futuro de dichas patologías, se ha conseguido creando unas moléculas que
interfieren en la adhesión de las células tumorales con otras células
del organismo. De esta forma las moléculas frenan tanto el crecimiento
del tumor como la diseminación de las células tumorales y su
proliferación en otros órganos, según indican los autores de la
investigación.
El estudio, publicado este jueves en la prestigiosa revista
norteamericana 'Journal of Medicinal Chemistry', está basado en un
trabajo previo de investigadores de la Universidad del País Vasco que
había descrito una serie de moléculas que reducían la metástasis del
melanoma (una variedad grave del cáncer de piel) en ratones.
Dicho estudio abría, han indicado, la posibilidad de generar
nuevas moléculas con actividad en otros tipos de cáncer siguiendo una
estrategia similar, algo que se ha conseguido en esta investigación
posterior, aplicándola al cáncer de colon y su metástasis en el hígado.
El consorcio vasco de investigación está compuesto por el centro
vasco de investigación en biociencias CIC bioGUNE, la UPV/EHU, el
Instituto de Genética y Biología Molecular y Celular (IGBMC) de
Estrasburgo (Francia), y la empresa spin-off Ikerchem.
Además, han colaborado investigadores del Instituto de
Química-Física Rocasolano, del CSIC y del Instituto Novartis de
Investigación Biomédica.
"En este proyecto primero diseñamos inhibidores de la adhesión
celular implicada en la metástasis de melanoma murino y después llevamos
a cabo la síntesis química de estas moléculas, comprobando su potencia y
actividad biológica", ha asegurado el catedrático de la UPV/EHU,
cofundador de Ikerchem S. L., y presidente del Comité Ejecutivo de
Ikerbasque, Fernando Cossío.
"Lo sorprendente fue que nuestros cálculos predecían que
introduciendo cambios relativamente pequeños podíamos generar nuevas
moléculas con capacidad de inhibir la adhesión celular implicada en otro
tipo de cáncer", ha continuado.
Esta predicción fue confirmada por los experimentos, lo que
sugiere que estas técnicas de diseño y síntesis química "pueden
extenderse a otras dianas terapéuticas relacionadas", ha indicado.
"Además de su relevancia para el control del cáncer y la
metástasis, este trabajo pone de manifiesto que en el País Vasco existen
equipos de investigadores en centros académicos y en empresas con la
experiencia y la capacidad de colaboración necesarias para abordar
proyectos multidisciplinares de relevancia biomédica, combinando la
química sintética y computacional con el análisis estructural del
mecanismo de actuación y la validación biológica de las moléculas
generadas", ha afirmado el profesor investigador Ikerbasque en CIC
bioGUNE, el doctor Francisco Blanco.
El cáncer es la segunda causa de mortalidad humana, y su
incidencia se incrementa con la edad. Gracias al progreso en el
diagnóstico precoz y el control de los tumores detectados se ha
conseguido incrementar la tasa de supervivencia y, en este sentido, se
considera que todavía se puede progresar más en estos dos aspectos de la
enfermedad.
En la actualidad, el 90 por ciento de las muertes por cáncer se
producen por la reaparición del tumor original en otro lugar del cuerpo,
por un proceso conocido como metástasis. Este proceso consiste en que
una célula cancerosa del tumor original se desplaza por el cuerpo del
paciente y anida en otro órgano generando un nuevo tumor.
El cáncer de colon no es de los de mayor índice de mortalidad,
pero suele desarrollar metástasis en el hígado, que sí lo es. De hecho
este es el órgano en el que aparecen con mayor frecuencia metástasis de
tumores situados en otras partes del cuerpo. Esto se debe a que el
hígado funciona como un filtro de la sangre y la linfa y, por tanto, las
células cancerosas que circulan por estos fluidos pueden quedar
atrapados en él.
El peligro letal derivado de la migración de las células
cancerosas por el cuerpo es lo que empuja a los investigadores en la
búsqueda de terapias para frenar la metástasis.
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