WASHINGTON.- Nuestros antepasados ya sufrían de dolor de muelas y de mal
aliento hace 15.000 años, mucho antes del comienzo de la agricultura y
la producción de alimentos, que se vinculaba hasta ahora con la
aparición de caries, revelan esqueletos encontrados en Marruecos.
Los
cazadores-recolectores que vivían en las Cuevas de Taforalt, en la
región marroquí de Oujda, hace 13.700 a 15.000 años, padecían
importantes problemas de higiene dental, señaló un estudio publicado en
las Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS) de Estados Unidos,
indicando que el 51% de los dientes de los adultos encontrados tenían
caries.
Ese porcentaje es mucho mayor que la tasa de caries
observada generalmente en los dientes de los cazadores-recolectores, que
ha oscilado de 0 a 14%, y está mucho más cerca del nivel registrado en
los agricultores prehistóricos, dijo el estudio. Otros indicios hallados
en el sitio sugieren que estos humanos prehistóricos recogían
sistemáticamente bellotas y piñones, frutos secos ricos en hidratos de
carbono fermentables, explicaron los investigadores, entre ellos Louise
Humphrey, del Museo de Historia Natural de Londres, autora principal de
este trabajo.
Las bacterias probablemente consumían los carbohidratos que
quedaban en los dientes de estos humanos prehistóricos, pudriéndolos.
"La mayoría de los ocupantes de esta cueva tenían caries y abscesos
dentarios y deben haber padecido dolor de dientes y mal aliento", señaló
en un comunicado Isabelle DeGroote, profesora de antropología en la
Universidad John Moores, de Liverpool, que participó en esta
investigación.
El último análisis se realizó sobre un total de 52 adultos,
cuyos restos fueron encontrados en la década de 1950, así como durante
excavaciones más recientes, iniciadas en 2003. Los científicos
utilizaron espectrometría de masa para datar los restos y potentes
microscopios para identificar los fósiles de material vegetal, entre
ellos bellotas, piñones, bayas de enebro y pistachos.
La frecuencia y la gravedad de las caries observadas en
este grupo de humanos prehistóricos muestran claramente que comer
plantas silvestres puede ser tan perjudicial para la salud dental como
los alimentos que contienen azúcar refinado en las sociedades modernas,
dijo. Las bacterias causantes de las caries dependen para multiplicarse
de la presencia de carbohidratos fermentables en los dientes, como los
que se encuentran en los cereales producidos por los agricultores. La
transmisión de la infección se produce por el contacto íntimo entre las
personas.
"Esta es la primera vez que documentamos este conjunto de
comportamientos en la cultura Ibero-Mauritana", que prosperó en el
Magreb en el Mesolítico, dijo Humphrey en un correo electrónico . "Es la
primera evidencia documentada de explotación sistemática de recursos
vegetales silvestres en los cazadores-recolectores de África".
Los ibero-mauritanos habitaron Taforalt hace unos 13.000 a
15.000 años. Se les describe como "complejos cazadores-recolectores" que
realizaban elaborados entierros de sus muertos, usaban pedruscos para
preparar la comida y se dedicaban a la recolección y almacenamiento de
nueces silvestres, según el estudio. Los resultados de este trabajo
también sugieren que estos grupos de cazadores-recolectores habrían
desarrollado una vida más sedentaria de lo que se suponía, enfatizaron
los investigadores.
Según estos paleontólogos, este hallazgo pone en duda la
hipótesis sostenida hasta ahora de que las caries dentales probablemente
comenzaron con la agricultura, hace unos 11.000 años. En las sociedades
modernas la mala higiene bucal está vinculada a diversos problemas de
salud, como las enfermedades cardiovasculares, y podría haber sido la
causa de la alta mortalidad en las poblaciones de cazadores-recolectores
prehistóricos, de acuerdo con los autores de este trabajo.
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