domingo, 24 de enero de 2021

La vitamina D a altas dosis contra la inflamación, a prueba en España


 MADRID.- Después de que cada vez haya más evidencias del papel de la vitamina D como reguladora del sistema inmune, varios hospitales universitarios madrileños están llevando a cabo un estudio para evaluar la eficacia de la administración de colecalciferol (vitamina D3) a altas dosis por vía oral junto a tratamiento estándar en pacientes con neumonía por Covid-19.

El promotor de este estudio clínico es el facultativo del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Severo Ochoa de Leganés, Miguel Cervero Jiménez, quien ha explicado detenidamente a Redacción Médica en qué consiste. “El estudio surge porque no son muy conocidas las dosis de vitamina D (necesarias) cuando se utiliza como terapia inmunomoduladora para normalizar el sistema inmunológico”, comienza el especialista.

Antes de que Cervero diera el paso de iniciar este experimento, con el que trata de demostrar que la vitamina D puede influir de manera positiva en el daño inflamatorio que produce el Covid-19, numerosos estudios han demostrado el papel potencial de esta prohormona en el desarrollo y perpetuidad de diversas enfermedades autoinmunes, como esclerosis múltiple y artritis reumatoide.

"Se necesitan unos niveles en sangre de entre 40 y 70 ng/ml, bastante más altos de lo que la gente tiene normalmente"


“Para conseguir resultados positivos en enfermedades inflamatorias, se necesitan unos niveles en sangre de entre 40 y 70 ng/ml, bastante más altos de lo que la gente tiene normalmente”, señala el facultativo. Muchos expertos recomiendan un nivel entre 20 y 40 ng/ml.

Por este motivo, el ensayo consiste en descubrir si pacientes con una situación inflamatoria por Covid alcanzan esas concentraciones en sangre, “con unas dosis estándar de 2.000 unidades o una única dosis de 10.000 al día durante un periodo de dos semanas”, que es lo que suele alargarse el ingreso hospitalario.

Cervero explica que, como objetivo secundario, el grupo de investigación se está centrando en analizar si las citoquinas que se producen durante el curso de una neumonía por Covid, se podrían disminuir a través de la vitamina D. Para ello, prosigue el facultativo, se recogen muestras de sangre y se envían al instituto Carlos III para analizar lo que llaman ahora como 'tormenta de citoquinas'. “La meta es comprobar si aumentando la dosis de vitamina D, conseguimos normalizar las cifras durante un ingreso y esto tiene algún impacto sobre la tormenta de liberación de citoquinas”, añade.

Además de mejorar la inflamación y las complicaciones que de ella deriva, hay estudios que apuntan a que la vitamina D también reduce la mortalidad y la gravedad de la enfermedad. “Existen numerosos estudios publicados que han demostrado que la enfermedad es menos severa en pacientes con niveles más normales, aunque no se tiene que descartar que puede tratarse de una persona con niveles normales porque sencillamente tiene una vida más saludable, sale más a la calle, realiza más deporte, no tiene obesidad…”, explica, matizando que la transmisibilidad del virus no depende en ningún caso de la vitamina D.


Activación de linfocitos reguladores


"Existen datos que demuestran que la vitamina D produce citoquinas antiinflamatorias y aumenta la activación de los linfocitos reguladores".

 

“Cuando se produce una tormenta inmunológica, se tiene que restaurar y regenerar el sistema inmune a una situación basal previa para que no esté activado y, con ello, provoque actividad inflamatoria. Existen datos que demuestran que la vitamina D produce citoquinas antiinflamatorias y aumenta la activación de los linfocitos reguladores, que son los que tratan de restaurar el sistema inmunológico o una situación basal previa. Eso sería una forma de explicar por qué los pacientes con una vitamina D más alta parece que intentan restaurar una situación inmunológica de menos actividad inflamatoria”, prosigue el facultativo.

Aunque hay quien advierte de la toxicidad de la vitamina D, el experto incide en que se debe fijar la atención en la duración del tratamiento e insiste en que hay que tener cuidado con determinados pacientes, como aquellos que, por ejemplo, tienen insuficiencia renal. “Este es el motivo por el que propongo un tratamiento de choque para intentar restaurar los niveles de vitamina D a lo largo de 14 días. Tengo casi 50 pacientes y, cuando he administrado dosis altas de vitamina D, no he llegado casi ni a los niveles normales”, dice el especialista, recalcado que, cuando se utiliza durante un periodo de tiempo no especialmente largo, no se produce toxicidad. 

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