domingo, 24 de enero de 2021

Una mutación de las nuevas variantes del coronavirus burla a los anticuerpos y favorece las reinfecciones



 SEATTLE/NUEVA YORK.- De las nuevas variantes del coronavirus de Sudáfrica y Brasil hay una mutación, la llamada E484, que ha suscitado la alarma entre los investigadores porque según un estudio preliminar de un equipo del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson en Seattle, Estados Unidos, esta mutación podría ofrecer una mayor resistencia a las vacunas.

Se trata de un estudio del que se han producido diferentes interpretaciones.

Varios medios internacionales han resaltado el hecho de que la mutación E484 podría ayudar a burlar los anticuerpos neutralizantes que el sistema inmunitario produce contra el coronavirus, pero según ha declarado uno de los firmantes de este análisis, el biólogo evolutivo Jesse Bloom, a The New York Times, la investigación reafirma la vigencia de las vacunas actuales.

Los temores de que las vacunas serían impotentes contra nuevas variantes se intensificaron en una conferencia científica celebrada en línea el pasado sábado, cuando científicos sudafricanos informaron que en pruebas de laboratorio, muestras de suero de 21 de un grupo de 44 supervivientes de Covid-19 no destruyeron la variante que circulaba en ese país.

Las muestras que tuvieron éxito contra la variante se tomaron de pacientes que habían sido hospitalizados. Estos pacientes tenían niveles sanguíneos más altos de los llamados anticuerpos neutralizantes (el subconjunto de anticuerpos necesarios para desarmar el virus y prevenir la infección) que aquellos que solo estaban levemente enfermos.

Los resultados "sugieren fuertemente que varias mutaciones que vemos en la variante de Sudáfrica van a tener un efecto significativo en la sensibilidad de ese virus a la neutralización", dijo Penny Moore, viróloga del Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles de Sudáfrica, que dirigió el estudio.

De cualquier manera, las vacunas existentes seguirán previniendo enfermedades graves y la gente debería seguir recibiéndolas. Es lo que opina Michel Nussenzweig, inmunólogo de la Universidad Rockefeller en Nueva York, quien dirigió uno de los estudios: "Si su objetivo es mantener a las personas fuera del hospital, entonces está funcionando".

Pero es posible que las vacunas no eviten que las personas se infecten leve o asintomáticamente con las variantes, dijo. "Es posible que ni siquiera sepan que estaban infectados", agregó el Dr. Nussenzweig. Si los infectados aún pueden transmitir el virus a otras personas que no están inmunizadas, seguirá cobrando vidas.

Las vacunas actúan estimulando al cuerpo para que produzca anticuerpos contra el coronavirus. Los científicos esperaban que, con el tiempo, el virus pudiera obtener mutaciones que le permitan evadir estos anticuerpos, las llamadas mutaciones de escape. Algunos estudios incluso habían predicho qué mutaciones serían más ventajosas para el virus.

Pero los científicos esperaban que las nuevas vacunas siguieran siendo efectivas durante años, con la teoría de que el coronavirus tardaría en desarrollar nuevas defensas contra ellas. Ahora, algunos investigadores temen que la propagación descontrolada le haya dado al virus oportunidades casi ilimitadas de reinventarse a sí mismo, y puede haber acelerado la aparición de mutaciones de escape.

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