Los expertos llevan años hablando de la necesidad de desarrollar terapias personalizadas para cada paciente oncológico, ahora, según explica el director de Investigación Clínica de la Unidad Fases I START Madrid-CIOCC y de la Cátedra Fundación Lilly-Universidad CEU San Pablo de Terapias Personalizadas, el doctor Emiliano Calvo, esa etapa está superada, todos están de acuerdo en esa necesidad y es hora de avanzar, porque ya se sabe que su tratamiento pasa por conocer las características individuales moleculares de cada tumor.
"No podemos hablar de cáncer como una única enfermedad sino que hay tantos tipos de cáncer como pacientes. El futuro es claro, el tratamiento individualizado es la forma en la que vamos a tratar a estos pacientes en pocos años, el futuro es dar a cada paciente su mejor tratamiento posible, hay que tratar al paciente individualmente", ha señalado.
Calvo, que ha participado este jueves en el 1º Simposium Internacional de Medicina Personalizada en Oncología, organizado por la Cátedra Fundación Lilly-Universidad CEU San Pablo de Terapias Personalizadas y la Investigational Therapeutics in Oncological Sciences (Intheos), ha destacado que en este encuentro ha quedado patente que, tanto oncólogos como expertos en cáncer, no tienen duda de que este es el camino correcto.
Este experto ha explicado que en los últimos años se ha producido un "cambio de paradigma" en el tratamiento de estos pacientes; "se trata de anticiparse, seleccionado el fármaco que va a ser más eficaz para la enfermedad del paciente", advierte.
Hasta hora los pacientes oncológicos están siendo tratados con tratamientos genéricos dirigidos al lugar de origen del tumor, ahora se estudia "muy bien" el tumor a nivel molecular, intentando definir los "tendones de Aquiles", es decir aquellas células malignas que le definen.
"Buscamos saber muy bien los nombres y apellidos del tumor específico y singular de cada paciente y, de acuerdo a esa información molecular, intentar tratarlo dentro de las posibilidades que hay con los fármacos que mejor inhiben o atacan los puntos de debilidad de las células malignas", ha explicado.
En su opinión, lo contrario a esto es ser "poco eficiente". Cada año el número de fármacos oncológicos en investigación clínica aumenta un 10 por ciento, los tratamientos actuales han mejorado la supervivencia y la calidad de vida de las personas con cáncer, por este motivo es necesario seguir investigando en terapias dirigidas a dianas moleculares más específicas y con menos efectos secundarios.
"De esta manera se usan fármacos que tiene más probabilidades de servirle al paciente y como van dirigidos específicamente a anormalidades de las células malignas que no tienen las benignas no tiene tanta toxicidad y se toleran mejor", ha explicado.
Desde el punto de vista práctico para los pacientes, ya hay tumores, sobre todo en los más prevalentes como el cáncer de mama, pulmón o colón donde se empiezan a utilizar tratamientos guiados por las características moleculares del tumor, y, a veces, se usan fármacos que no son los habituales pero que por las características específicas del tumor se puede obtener una respuesta positiva.
Son dos las líneas de trabajo para conseguir un tratamiento individualizado. Por un lado, la biología molecular de los tumores, que consiste en poder secuenciar y conocer perfectamente todos los genes de las células malignas del pacientes, "de una manera rápida, eficaz y bien interpretada"; y, por otra parte, en modelos animales e 'in vitro' que ayudan a conocer la quimiosensibilidad a la hora de poner el tratamiento.
Hay que tener en cuenta que cada tumor tiene muchas mutaciones, entre 15 y 20 mutaciones diferentes, pero hay pacientes que puede tener entre 60 y 70 mutaciones, y esto implica una serie de características intrínsecas de su tumor que no tienen otros tumores. Hay tumores de pulmón que pueden actuar mejor ante un fármaco para el cáncer de colón, porque hay características genéticas que les hace más susceptibles a responder.
"Hasta ahora se intentaba buscar pacientes para los fármacos, lo que empezamos a hacer ahora es poner todos los fármacos que hay disponibles, los mejores; el paciente se encuentra en el centro del proceso, todo va en función del paciente y de su tumor concreto y específico que es único", señala.
Así, antes de prescribir un fármaco al paciente, se intenta tener el dato de cuál de los 10 ó 20 fármacos que se están evaluando potencialmente beneficiosos le van a ayudar más. "Hay que guiarse por las características individuales moleculares de cada tumor de cada paciente", ha añadido.
"Esto no está extendido pero sabemos dónde queremos llegar y vamos dando pasos, de una forma quizá más genérica ya se empiezan a dar tratamientos en función de las mutaciones más importantes. Hay camino por recorrer pero el cambio en el 'chip mental' los oncólogos ya los hemos hecho", ha concluido.
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