El melanoma, la forma más mortal y agresiva
de cáncer de piel, ha estado durante mucho tiempo vinculada al tiempo
que se pasa bajo el sol. Ahora, un equipo liderado por científicos del
Instituto Broad y el Instituto del Cáncer Dana-Farber (Estados Unidos)
han secuenciado los genomas completos de 25 tumores de melanoma
metastásico, lo que confirma el papel de la exposición crónica al sol y
revelan nuevos cambios genéticos, de gran importancia en la formación de
tumores.
En un artículo publicado en 'Nature', los autores proporcionan el
primer vistazo en alta resolución al paisaje genómico de los melanomas
humanos. Análisis genéticos anteriores se han centrado en los exomas de
muchos tipos de tumores, concentrándose en la pequeña fracción del
genoma que proporciona el código genético para la producción de
proteínas. Pero los genomas enteros contienen una gran cantidad de
información genética, y la secuenciación y el análisis de 25 tumores de
melanoma metastásico, representa una hazaña significativa desde el punto
de vista técnico y computacional.
"La secuenciación del genoma completo sin duda añade una gran riqueza
de descubrimientos que no pueden ser capturadas con un exoma", dijo
Levi Garraway, profesora asociada en el Dana-Farber Cancer Institute y
la Facultad de Medicina de Harvard y una de los autores principales del
artículo.
"Al mirar a través de todo el genoma se puede determinar con mayor
precisión la tasa de mutación de fondo y las diferentes clases de
mutaciones, y describir con mayor confianza el patrón de radiación
ultravioleta o la mutagénesis inducida en el melanoma", añadió Michael
F. Berger, invetigador en el Sloan-Kettering Cancer Memorial y co-primer
autor del trabajo junto a Garraway.
Cuando los científicos exploraron los datos de todo el genoma,
encontraron que las tasas de mutaciones genéticas aumentaban junto con
la exposición crónica al sol en los pacientes, lo que confirma el papel
de los daños del sol en el desarrollo de la enfermedad. "Todo el
análisis del genoma de los tumores de melanoma humano muestra por
primera vez la existencia de muchos reajustes estructurales en este tipo
de tumor", dijo Lynda Chin, directora del Departamento de Medicina
Genómica del MD Anderson Cancer Center en la Universidad de Texas.
Los científicos detectaron mutaciones de los genes BRAF y ANR en
24 de los 25 tumores. Ambos genes están implicados en el envío de
señales importantes en el crecimiento celular. Otro gen, el PREX2
(previamente implicado en el cáncer de mama, para el bloqueo de una vía
supresora de tumores) se vio alterado en el 44 por ciento de los
pacientes, mutado en una convergencia de alteración genética que parece
acelerar el desarrollo del tumor.
Experimentos con ratones en el laboratorio de Chin demostraron
también que las mutaciones del PREX2 estimulan el crecimiento del tumor.
"Todavía no podemos decir que sabemos exactamente cómo funciona", dijo
Garraway. "PREX2 puede estar en una nueva categoría muy interesante
de genes del cáncer mutados que apuntan a por lo menos una vía, y tal
vez más, en que valdría la pena la orientación terapéutica en el
melanoma."
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