El impacto que el estreñimiento crónico tiene en la vida de los
pacientes es similar al de otras enfermedades como diabetes o artritis
reumatoide, por este motivo expertos reunidos en la Semana de
Enfermedades Digestivas (SED 2102) han demandado para su tratamiento un
enfoque terapéutico individualizado y escalonado.
El estreñimiento crónico es una alteración muy frecuente en la
población general que, en la mayoría de los casos, puede ser tratada de
forma satisfactoria con un enfoque terapéutico individualizado apropiado
a cada caso concreto.
El jefe de Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Clínico
Universitario de Santiago de Compostela, el doctor J. Enrique
Domínguez-Muñoz, advierte que existe un "falso concepto ampliamente
extendido del estreñimiento como alteración benigna", sin embargo para
hasta una cuarta parte de la población española el estreñimiento es más
que una simple molestia.
El problema, destaca Domínguez es que una gran mayoría de los
pacientes se automedican, cuando "puede ser tratado de una forma
satisfactoria en la mayoría de los casos con un enfoque terapéutico
individualizado apropiado".
"Junto a ello, el desarrollo de nuevos
fármacos abre una alternativa para los casos más graves y rebeldes a
tratamiento habituales", añade.
El tratamiento del estreñimiento crónico se basa en la aplicación
escalonada de las medidas terapéuticas existentes, siempre que se haya
excluido que es una causa de otra patología. Primero, recomiendan una
corrección de los hábitos dietéticos y de estilo de vida.
"Una dieta baja en fibra, pobre hidratación y sedentarismo son
algunos de los principales motivos de aparición de estreñimiento, por
esta razón, las principales recomendaciones de los especialistas son la
realización de una actividad física regular, mantener una dieta variada
en frutas y verduras así como una ingesta de líquidos adecuada, señalan
desde la SED.
En aquellos pacientes en los que estos métodos no son suficientes,
el especialista prescribe alguno de los diferentes tipos de laxantes y,
si el paciente sigue sin responder al tratamiento, entonces se deberá
estudiar adecuadamente el problema.
"La mayoría de estos pacientes pueden beneficiarse en la
actualidad del empleo de fármacos procinéticos colónicos, como la
prucaloprida, de muy reciente comercialización en nuestro país. Estos
fármacos constituyen un importante avance terapéutico en estos casos
resistentes al tratamiento laxante habitual, en los que hasta ahora
carecíamos de alternativas terapéuticas adecuadas", explica el doctor
Domínguez-Muñoz.
Un estreñimiento crónico puede derivar en la formación de
fecalomas que conllevan la aparición de un cuadro de obstrucción
intestinal que con frecuencia requiere de un tratamiento hospitalario.
Por otro parte, los pacientes más graves acuden repetidamente a los
centros hospitalarios, llegando a necesitar incluso una intervención
quirúrgica.
Domínguez-Muñoz ha destacado el deterioro de la calidad de vida de
estos pacientes, que ven como actividades diarias y la capacidad de
trabajar pueden verse comprometidas por las molestias abdominales que
suelen presentar, así como por el prolongado tiempo que precisan estos
sujetos para defecar.
Dentro de la edición de la SED 2012 se celebró una mesa enmarcada
en el Curso SEPD/AGA (American Gastroentorological Association) sobre
'Nuevas técnicas de Imagen en la Enfermedad Inflamatoria Intestinal' con
la participación de expertos internacionales y nacionales y en la que
se puso de manifiesto, entre otras técnicas, el papel de primera línea
que está desempeñando la resonancia magnética (RM) para un mejor
seguimiento de los pacientes con Enfermedad de Crohn.
Según el doctor Manuel Barreiro de Acosta de la Unidad de
Enfermedad Inflamatoria Intestinal del Servicio de Aparato Digestivo de
Santiago y uno de los expertos de la SEPD "al tratarse de una técnica
que no emplea radiaciones ionizantes, parece idónea para este tipo de
pacientes, crónicos y que debutan jóvenes en la enfermedad.
Además, la
entero-RM es una exploración bien tolerada, rápida y de fácil
interpretación, que permite identificar igualmente cada uno de los
patrones clínicos de esta enfermedad, lo que repercute en un mejor
diagnóstico y tratamiento de los pacientes".
Por ello, la resonancia magnética permite "controlar mejor la
actividad de la enfermedad", ya que con esta técnica se puede medir
tanto el grosor de la pared intestinal como el grado de vascularización o
las diferentes capas del intestino, indicadores que sirven para conocer
en qué medida está activa la enfermedad.
Otra de las mesas destacadas sobre Enfermedad Inflamatoria
Intestinal ha sido la referente a 'Controversias en Enfermedad
Inflamatoria Intestinal', en la que, entre otros temas, se abordó la
importancia de valorar el riesgo-beneficio de utilizar tratamientos
anti-TNF en pacientes con Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) y
neoplasia previa, así como de la necesidad de evaluar cada caso de forma
individualizada para no excluir a todos los pacientes en dicha
situación a priori. Este es uno de los escenarios más
complicados que suelen plantearse a los profesionales que tratan pacientes con esta patología.
A la hora de valorar cuáles son los pacientes más adecuados a
recibir un anti-TNF para tratar su EII, apunta que se podría plantear
este tratamiento en aquellos que lleven más de 10 años libres de
neoplasia y que no cuenten con otra alternativa terapéutica. Lo
recomendable es realizar un seguimiento médico del paciente, tener bien
en cuenta su historial y así, poder valorar de forma individualizada,
según las propias características del paciente, los beneficios y los
riesgos que conllevarían el uso de un anti-TNF.
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