Un estudio del Observatorio de Hidratación y
Salud (OHS) ha revelado que sólo el 54 por ciento de la población
española se hidrata correctamente. Para la catedrática de Nutrición de
la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y
portavoz del OHS, la doctora Ana Requejo, la cultura de hidratación en
España "está regular tirando a mal".
Tal y como muestra el trabajo de investigación, el 40 por
ciento de las personas consume entre seis y diez vasos de líquido al
día, dato que se complementa con los más de una decena que bebe el 14
por ciento de la población. En opinión de la profesora, éstas son buenas
medidas, pero por el contrario considera malos hábitos que el 41 por
ciento de la muestra ingiera de tres a cinco vasos y que el cinco por
ciento beba dos o menos.
Otra cifra que arroja el estudio realizado por el OHS y que
evidencia la mala hidratación practicada por los españoles es que el 48
por ciento considera difícil llegar a beber los entre dos y tres litros
diarios que se necesitan. Además, el 45 por ciento bebe sólo cuando
tiene sed, algo que lamenta Requejo porque "hay que tomar conciencia de
que hay que beber se tenga sensación de sed o no".
En cuanto al peligro añadido que supone el verano para los
problemas de hidratación, la experta pone de manifiesto que el 51 por
ciento de los encuestados pasa más de una hora en la piscina o en la
playa sin hidratarse, y que el 23 por ciento sólo bebe una vez que
termina de realizar una actividad física. Según su criterio, se deben
ingerir líquidos mucho antes.
Por otra parte, el trabajo de estudio realizado ofrece los
síntomas principales de una deshidratación. Éstos son, por orden de
incidencia para los entrevistados, el cansancio (31,1%), la sudoración
excesiva (25,3%), el dolor de cabeza (21%), la aceleración del ritmo
cardiaco (17,9%) y la fatiga (17,1%).
Ante ello, Requejo recomienda beber líquidos distintos como
"zumos, caldos o refrescos"; algo que comparte el 88 por ciento de la
población, que considera que la variedad favorece que se realice la
ingesta aconsejada. Además, el 64 por ciento manifiesta que consumir
líquidos de sabores permite alcanzar la hidratación sin problemas. En
este sentido, la especialista también asegura que la diversidad de
bebidas incrementa en un 50 por ciento la ingesta.
Por su parte, el vicesecretario general de la Organización
Médica Colegial (OMC), el doctor Jerónimo Fernández, considera que "es
necesario divulgar esta información, que forma parte inexcusable del
acto sanitario". Esto es así porque la hidratación "es una medida de
prevención de enfermedades y la base de las defensas en el paciente que
ya padezca una patología", señala.
Para el experto, que eleva a entre 4 y 6 litros la cantidad de
líquidos que deben ingerir los ciudadanos que se encuentren en grupos
de riesgo, las personas "somos agua y todas las células se benefician de
ella". Sin embargo, lamenta que "pocos beben la cantidad recomendada
aunque con algunos alimentos que contienen agua se acercan a ella".
A su vez, Fernández recuerda que el verano es época de alerta
para evitar perder líquidos a través del organismo. Esta advertencia es
especialmente importante para el 70 por ciento de los españoles, que en
el estío estarán en riesgo por estar embarazadas, trabajar al aire
libre, ser anciano, estar enfermo o estar en la adolescencia o en la
niñez.
Por ello, el galeno recuerda que en esta estación "se
incrementa el número de ingresos hospitalarios asociados a la
deshidratación". Añadido a ello, desaconseja beber alcohol, algo muy
extendido en verano, porque "aumenta la sudoración y la necesidad de
ingerir líquidos".
Todo lo anterior hace a los expertos recomendar una buena
hidratación que, a su vez, "también mejora la elasticidad de la piel y
repercute en que los ancianos sufran menos confusiones", explica
Requejo. En cuanto a estos últimos, la profesora considera que hay que
estar alerta con ellos porque "no tienen sensación de sed. Tienen que
tener siempre cerca un vaso de agua", apostilla.
Estas medias son necesarias, ya que "no es poco habitual que
la deshidratación grave conduzca a la muerte", afirma Fernández. Para
evitar esta letal consecuencia y otras menores, la OMC y el OHS
recomiendan "llevar siempre una botella de bebida, ingerir alimentos
ricos en agua como las verduras, mantenerse en ambientes frescos y
ventilados y consultar a los especialistas en caso de duda".
Por último, Requejo ha explicado que el consumo
de agua muy fría "no es perjudicial aunque nuestro cuerpo esté a una
temperatura más alta de lo normal. Nunca se tomará demasiado fría ni en
exceso si se tiene sentido común", concluye.
No hay comentarios:
Publicar un comentario