Un grupo de investigadores españoles del Consejo
Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han descubierto que el
tráfico de las proteínas receptoras que hacen de anclaje a las células
que constituyen la retina, conocidas como integrinas, son las
responsables de controlar su plegamiento en los vertebrados durante el
desarrollo embrionario.
Según explican en un artículo publicado en el último número de la
revista 'Developmental Cell', para que las células del cuerpo lleguen al
lugar donde deberán cumplir su función, deben desplazarse a través de
los tejidos, para lo que se anclan a la matriz celular según un proceso
mediado por dichas integrinas.
El investigador del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo del
CSIC, Juan Ramon Martínez-Morales, que ha dirigido el trabajo, compara el
transporte activo de las integrinas hacia su frente de avance "con el
movimiento de las orugas de un bulldozer".
Estos receptores de adhesión sirven de ancla para el ensamblaje
local del citoesqueleto celular y permiten la propulsión de las células,
según ha explicado.
La investigación ha descubierto que el mecanismo que controla
reciclaje y movimiento de las integrinas es esencial para la transmisión
de las fuerzas que dirigen el modelado tridimensional de un tejido
simple en un órgano complejo como es el ojo.
Los estudios han sido llevados a cabo en embriones del pez medaka
(Oryzias latipes), un organismo modelo; y han contado con la
colaboración de investigadores del Centro Andaluz de Biología Molecular y
Medicina Regenerativa del CSIC y de la Universidad de Heidelberg
(Alemania).
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