Investigadores del Centro del Cáncer
Dana-Farber, en Estados Unidos, han desarrollado un nuevo método para
determinar cuándo mueren las células de la leucemia mieloide aguda
(LMA), un descubrimiento que podría ayudar a los especialistas en cáncer
a elegir la opción más eficaz para los tratamientos de sus pacientes.
El estudio ha sido publicado en la revista 'Cell'.
Los investigadores afirman en su artículo que sus hallazgos
podrían conducir a pruebas más eficaces para predecir qué pacientes
tratados con éxito pueden continuar en remisión con quimioterapia
estándar, y qué pacientes son propensos a recaer a pesar del
tratamiento, pero podrían beneficiarse de un trasplante de médula ósea.
Anthony Letai, autor principal del artículo, añade que los
resultados del estudio también ayudan a explicar el "índice terapéutico"
de los medicamentos de quimioterapia para la LMA; es decir, cómo las
células madre de un paciente pueden sobrevivir a las dosis de
quimioterapia que destruyen las células de leucemia.
A diferencia de las herramientas actuales de predicción, el nuevo
método determina el grado en el cual las células de cada paciente están
'preparadas para morir' por apoptosis - o muerte celular programada. La
quimioterapia es más eficaz cuando las células cancerosas se acercan a
su autodestrucción, mientras que los pacientes con células de leucemia
más resistentes son más propensos a sufrir una recaída fatal sin un
trasplante de médula ósea.
"Nuestros datos sugieren que la aplicación de nuestro método,
además de los indicadores convencionales, proporciona una herramienta
mejorada de predicción", señala Letai, quien añade que "tenemos la
intención de confirmar estos resultados en experimentos independientes, y
luego probar su rendimiento prospectivamente en ensayos clínicos para
evaluar su uso para la asignación de terapias individualizadas".
Según la Sociedad Americana del Cáncer, se estima que 13.780 casos
de LMA se diagnosticarán en Estados Unidos este año, y más de 10.000
personas morirán a causa de la enfermedad, por lo que es la forma más
letal de leucemia en Estados Unidos.
En la actualidad, los médicos tratan de predecir el resultado del
tratamiento de un paciente con LMA mediante la evaluación de las
características de las células cancerígenas patológicas, y de ciertas
mutaciones que sugieren una respuesta más pobre. Sin embargo, estos
indicadores no proporcionan una explicación biológica para diferentes
respuestas de los pacientes al tratamiento.
El método descrito en el nuevo estudio tiene un enfoque diferente;
descrito por primera vez en 2011 por Letai, emplea una técnica llamada
'Perfilado BH3' (BH3 profiling) para medir el grado de preparación de la
mitocondria - orgánulos diminutos dentro de la célula - para liberar
compuestos químicos que causan la autodestrucción de la célula. El
proceso de autodestrucción, la apoptosis, es provocado por moléculas
cuya misión es eliminar las células innecesarias o dañadas del cuerpo.
El Perfilado BH3 implica exponer células cancerosas a moléculas de
BH3, que imitan las señales de muerte de proteínas en el cuerpo. Si la
membrana de la mitocondria en las células cancerosas es fácilmente
alterada, entonces las células están preparadas para morir. Por otro
lado, si la mitocondria se opone firmemente a la alteración, las células
de leucemia estarán aun lejos de su autodestrucción, y será menos
probable que respondan a la quimioterapia.
Al aplicar el método a muestras de pacientes con LMA, "encontramos
que el cebado mitocondrial medido por los perfiles de BH3 fue un factor
determinante de la respuesta inicial a la quimioterapia, la remisión,
la recaída, y el requisito para el trasplante alogénico de médula ósea",
apuntan los autores.
Saber si un paciente tendrá una respuesta completa a la
quimioterapia sería también muy útil en la personalización de dicho
tratamiento, incluso cuando no se considera un trasplante de médula
ósea. Por ejemplo, "en los pacientes de edad avanzada con LMA, la
quimioterapia puede ser muy tóxica y tener un riesgo mayor de
complicaciones fatales", explica Letai.
Los científicos midieron el cebado mitocondrial en las células
madre hematopoyéticas normales que generan todas las células de una
persona sana. Estas células madre son menos propensas a la
autodestrucción que las células de la leucemia, que mueren fácilmente
debido a la quimioterapia. Los pacientes con LMA que habían respondido
mal a la quimioterapia tenían células cancerosas aun menos propensas
morir que las células madre hematopoyéticas normales; por lo tanto, no
es sorprendente que las dosis de quimioterapia que salvaban sus células
madre sanguíneas no fueran eficaces contra la leucemia.
Sin embargo, los investigadores descubrieron que las células de
LMA - incluso las resistentes al tratamiento - tenían una debilidad
potencial que podría ser explotada. En comparación con las células madre
sanguíneas normales, las células de LMA eran más dependientes para su
supervivencia de las señales moleculares generadas por la proteína
BCL-2. Ahora, medicamentos experimentales que bloquean las señales de
BCL-2 se están probando en seres humanos; esto sugiere que tales
medicamentos, administrados a pacientes con LMA, podrían favorecer la
autodestrucción de las células cancerosas.
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