Más de 300.000 personas padecen exceso de
sudor o hiperhidrosis en España, especialmente en verano debido a los
estímulos térmicos o al estrés. Se trata de una patología cuya causa es
desconocida, aunque tiene un componente genético ya que dos tercios de
los pacientes tienen un familiar con hiperhidrosis. Ésta afecta a
hombres y mujeres por igual y suele aparecer entre los 20 y los 25 años.
"El sudor es necesario, ya que regula la temperatura corporal,
elimina el exceso de calor, expulsa restos de fármacos y reabsorbe sodio
en épocas de intenso calor; sin embargo, cuando surge sin causas
aparentes, no hay enfermedades de por medio y la sudoración excesiva es
bilateral, simétrica y se presenta en axilas, cara o palmas de las manos
o pies se trata de hiperhidrosis primaria localizada", ha explicado el
dermatólogo de Madrid, Adolfo Sanz.
Y es que, la sudoración excesiva tiene un gran impacto en la
calidad de vida de las personas. No sólo les limita su forma de vestir
(se ven obligados a llevar, en muchas ocasiones, ropa ancha y de color
negro), sino que también les afecta a la autoestima, a la seguridad en
sí mismos, un gran porcentaje llega a evitar participar en actividades
sociales y hasta se ven condicionados a la hora de elegir un trabajo u
otro.
En concreto, y según un estudio realizado entre personas con esta
patología, un 34 por ciento piensa que sudar excesivamente en público es
peor que tener miedo escénico y un 30 por ciento cree que produce más
vergüenza que tener acné o sufrir obesidad.
En este sentido, el tratamiento con 'botox' es una alternativa
eficaz en el 93 por ciento de los casos, y está indicado para la
hiperhidrosis primaria localizada, en aquellos casos donde los agentes
tópicos han fracasado, y su efectividad es alta.
"La satisfacción de los pacientes tratados por exceso de sudor
axilar con toxina botulínica es evidente: el 89 por ciento está
satisfecho con los resultados en la primera semana y hasta el 93 por
ciento lo está en la semana 163", ha explicado el dermatólogo.
Entre los diferentes tratamientos disponibles para la
hiperhidrosis, Sanz ha explicado que los antitranspirantes clásicos como
el cloruro de aluminio "no son suficientes para limitar el sudor en
estos pacientes y además pueden producir dermatitis en las zonas
aplicadas". Por otra parte, la estimulación eléctrica (iontoforesis) es
una opción de segunda línea "ya que hay que aplicarlo cuatro veces a la
semana y continuarlo en el tiempo", apunta.
"'Botox' se inyecta en la piel en pequeñas dosis y actúa
bloqueando las señales nerviosas que regulan las glándulas sudoríparas,
reduciendo la cantidad de sudor", ha señalado Sanz, quien ha recordado
que es un tratamiento cubierto por el Sistema Nacional de Salud (SNS) y
cuyos efectos pueden durar hasta ocho meses, dependiendo del individuo.
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