Las dietas ricas en grasas saturadas pueden
afectar al desarrollo cognitivo de los adolescentes, además de producir
trastornos alimenticios y enfermedades metabólicas y cardiovasculares,
según ha mostrado un reciente estudio realizado por el grupo de
investigación liderado por los investigadores de la Universidad CEU San
Pablo, Nuria del Olmo y Mariano Ruiz-Gayo, presentado en el Congreso
Anual de la Endocrine Society (San Francisco).
El estudio se ha llevado a cabo en dos grupos de ratones: a uno de
ellos se le suministró una dieta en la que el 45 por ciento de las
calorías procedía de grasas saturadas, y el segundo recibió una dieta
convencional que tenía el mismo número de calorías que la anterior pero
en cuya composición predominaban los hidratos de carbono.
Así, los expertos han desvelado que los animales en edad
adolescente desarrollaron cierta obesidad y presentaron importantes
disfunciones cerebrales, sobre todo relacionadas con la memoria. Por el
contrario, los ratones adultos que recibieron la misma dieta no
sufrieron alteraciones de la memoria, a pesar de que también fueron
obesos.
Para poner a prueba la memoria de los ratones, los expertos
emplearon un 'test' de reconocimiento espacial en el que se utilizó un
recinto que contenía dos piezas de plástico: una de ellas conocida por
los ratones, y la otra, desconocida, a la que los investigadores iban
cambiando de posición en el recinto.
Este 'test' se basa en el hecho de que los ratones sienten más
interés por los objetos nuevos que por los ya conocidos, de forma que un
animal capaz de "recordar" un objeto, pasa más tiempo explorando el
objeto nuevo que el antiguo. De esta forma, se comprobó que aquellos
sujetos que habían ingerido más grasas saturadas durante la etapa
adolescente habían perdido la capacidad de discriminar entre el objeto
conocido y el nuevo, lo que no ocurrió en individuos adultos.
Esta alteración de la conducta estaba acompañada por cambios en la
estructura neuronal que afectaba, sobre todo, al hipocampo, una zona
del cerebro relacionado con la memoria. También se observó que en esta
parte del cerebro había una pérdida parcial del efecto de laleptina.
"Todo esto puede deberse a que el cerebro es más susceptible a las
grasas saturadas durante la adolescencia, y especulan con la
posibilidad de que este tipo de dietas genere cambios hormonales que
afectan a la maduración de algunas áreas del cerebro", han asegurado los
expertos.
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