La prolongación del periodo de lactancia
puede llegar a disminuir en un 60 por ciento el riesgo de ser celiaco,
siempre y cuando se introduzca el gluten a partir de los cuatro meses de
edad. Esta enfermedad se caracteriza por una intolerancia al gluten y
se calcula que uno de cada 80 niños españoles la sufre.
Según explica el presidente de la Sociedad Española de
Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica, Luis Peña, la
leche materna contiene un "gran número" de componentes que ayudan y
protegen al niño a través de una serie de mecanismos biológico
complejos, incluyendo la creación de defensas de las infecciones y el
desarrollo de la tolerancia frente a antígenos alimentarios.
Asimismo, los expertos señalan que los niños celiacos presentan
una predisposición genética a la enfermedad por lo que, a su juicio,
contar con familiares celiacos constituye un factor de riesgo añadido
importante.
En este sentido, aunque la patología puede debutar a lo largo de
toda la vida de una persona, datos del estudio 'REPAC' reflejan que la
edad media del diagnóstico es de 3,7 años, registrándose el 42 por
ciento de los diagnósticos en niños de entre 2 y 6 años. Además, el 70
por ciento de los casos presenta formas denominadas clásicas --con
diarrea crónica, pérdida de peso y distensión abdominal--, aunque el
síntoma más frecuente en menores de 6 años es la distensión abdominal y,
en los mayores, la disminución del apetito y la deficiencia de hierro.
Asimismo, los expertos coinciden también en señalar que un
diagnóstico y tratamiento precoces pueden evitar problemas a largo plazo
como, por ejemplo, la osteoporosis y la osteopenia. Además, pueden
contribuir a disminuir el riesgo de desarrollar otras enfermedades
autoinmunes asociadas a esta patología.
En este sentido, Peña insiste en que la mejor garantía de un
diagnóstico a tiempo y eficaz pasa por garantizar una asistencia
especializada. "Es fundamental que los menores sean atendidos por el
especialista pediátrico, el único conocedor de los criterios
diagnósticos necesarios para ofrecer un correcto manejo de la
enfermedad", indica tras reiterar la importancia del reconocimiento
oficial de las especialidades para preservar esa atención de calidad.
Y es que el hecho de que sean especialistas pediátricos los que
atienden a los pacientes celiacos ha hecho que se diagnostiquen cada vez
más casos, llegando incluso a multiplicar por diez el número de casos
con respecto a los años 90 y situando a España entre los países europeos
con mayor incidencia en población infantil.
"Estamos en la media europea en número de casos, pero gracias a la
formación de nuestros pediatras y a las nuevas técnicas de diagnóstico
somos capaces de incrementar la detección, lo que prevendrá múltiples
enfermedades en el futuro", concluye Peña.
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