La Fundación Española del Corazón (FEC) ha
alertado de la importancia de mantener una buena alimentación ya que,
según ha comentado, la calidad de la dieta influye directamente en la
salud del corazón, pudiendo llegar a reducir hasta un 30 por ciento el
riesgo de enfermedad cardiovascular y disminuir hasta un 70 por ciento
las probabilidades de volver a padecer una patología cardiovascular, si
ya se ha sufrido un evento de esta índole.
Así lo verifica el 'Lyon Diet Heart Study', un ensayo llevado a
cabo por la 'Asociación Americana del Corazón', que ha probado la
eficacia de la dieta mediterránea sobre la tasa de recurrencia coronaria
después de un primer infarto de miocardio.
Concretamente, el estudio analizó a un grupo de personas que,
bajo un mismo perfil de factores de riesgo coronario, se les administró
durante 46 meses una dieta mediterránea basada en consumo de pan,
hortalizas, verduras, pescado, fruta y un menor consumo de carne roja.
Los resultados concluyeron que los sujetos que siguieron una dieta de
estilo mediterráneo tenían un riesgo del 50 por ciento al 70 por ciento
más bajo de volver a padecer una enfermedad cardiaca.
De esta manera, la investigación ha demostrado que la dieta es
un elemento clave tanto en la prevención como en el tratamiento de
cualquier enfermedad relacionada con el corazón. Una dieta equilibrada
es la dieta de estilo mediterráneo, declarada Patrimonio Cultural
Inmaterial de la Humanidad en 2010, a la cual se le atribuyen múltiples
propiedades saludables como la disminución de enfermedades
cardiovasculares.
"La dieta mediterránea está basada en el consumo de productos
vegetales --frutas, verduras, legumbres y frutos secos--, pan y otros
cereales --que contengan el trigo como alimento básico--, productos
lácteos preferiblemente desnatados, el aceite de oliva como grasa
principal, y dentro de las proteínas priorizar el consumo de pescado y
aves sobre el de las carnes rojas. Además, también es cardiosaludable el
consumo regular de vino o cerveza en cantidades moderadas --dos vasos al
día en varones, uno en mujeres--", ha comentado el miembro de la
sección de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad
Española de Cardiología (SEC), Regina Dalmau.
En este sentido, la experta ha insistido en que las dietas
bajas en grasas de origen animal --sobre todo grasas saturadas-- y que
potencian el consumo de frutas, verduras y productos integrales,
disminuyen significativamente los niveles de colesterol en sangre, uno
de los factores de riesgo para la enfermedad cardiovascular.
Asimismo, otro aspecto en el que coinciden varios estudios son
las propiedades cardioprotectoras del ácido graso omega-3, que según
nos señala la cardióloga Dalmau contribuye a reducir los triglicéridos y
la proporción de partículas de colesterol LDL densas y pequeñas, que
son las que más favorecen la ateroesclerosis. "Además los ácidos omega 3
tienen propiedades antitrombóticas, antiarrítmicas y antiinflamatorias
que, sin duda, contribuyen también a mejorar la prevención
cardiovascular", ha matizado.
DART es el primer ensayo controlado que estudió la influencia
de la dieta en el reinfarto con el objetivo de probar la hipótesis de
que el pescado azul confiere protección contra la enfermedad coronaria.
En el análisis se observó una reducción de la mortalidad durante los dos
primeros años después del infarto de miocardio entre aquellos que
consumieron 300 gramos de pescado azul a la semana, o que tomaron
suplementos de aceite de pescado en una cantidad equivalente.
El ácido graso omega-3 es propio del salmón y otros pescados
azules --sardinas, anchoas, pez espada o atún--, pero también lo
encontramos en alimentos de origen vegetal como aceites vegetales, los
frutos secos, algunas verduras como la lechuga y las espinacas, así como
la piña y las fresas.
Según un artículo publicado en Revista Española de Cardiología
(REC), en el que se dieron a conocer los resultados del Estudio de
Nutrición y Riesgo Cardiovascular (ENRICA), más de un 46,7 por ciento de
la población española sufre hipercolesterolemia y sólo la mitad sabe
que la padece.
Además, otro dato alarmante es que 28.000 personas mueren cada
año en España debido a la obesidad y el sobrepeso, tal y como lo indica
un estudio llevado a cabo por diversos departamentos de Medicina
Interna de hospitales españoles, publicado también en la revista de la
Sociedad Española de Cardiología.
Ante estos datos, la FEC ha insistido en que siguiendo un
estilo de vida más saludable se pueden llegar a prevenir hasta el 90 por
ciento de los infartos y ha recomendado combinar la práctica de
ejercicio físico regular con la reducción de alimentos que aumentan los
niveles de colesterol.
"Mantener una alimentación equilibrada, basada en la dieta
mediterránea, es un elemento esencial para la prevención de enfermedades
relacionadas con nuestro corazón", ha zanjado la Fundación.
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