Expertos en Alergología han destacado que el asma es una enfermedad crónica cuya prevalencia "va en aumento"
y está asociada a un importante coste socio-sanitario. Así, han
destacado que "es un grave problema de salud que afecta a alrededor de
300 millones de personas en todo el mundo y que en España afecta al 5
por ciento de la población adulta y al 10 por ciento de los niños".
Así se ha puesto de manifiesto en la segunda jornada del XXVIII Congreso de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) que se celebra desde este pasado miércoles en el Palacio de Congresos Baluarte de Pamplona.
El asma, han indicado, es un síndrome con varias presentaciones y cada paciente es diferente, por lo que demanda una terapia "a medida".
El abordaje del asma se orienta hacia la identificación de los
distintos fenotipos con el fin de individualizar y personalizar el
tratamiento y predecir la respuesta.
Según el doctor Santiago Quirce, jefe de Servicio de Alergología del Hospital La Paz (Madrid), "se
podría producir un aumento de la incidencia del asma en las próximas
décadas, hasta alcanzar el 20 por ciento de la población".
El previsible aumento de las cifras de asma en la población exige,
en opinión de los expertos, una mayor precisión diagnóstica y la
administración de tratamientos más eficaces que permitan controlar la
enfermedad, mejorar la calidad de vida del paciente y minimizar el coste
sanitario asociado al asma, que se estima en 1.500-1.700 euros al año
por paciente en el conjunto del Sistema Nacional de Salud.
Aunque el asma puede aparecer a cualquier edad, en la mayoría de
los casos surge en la infancia y entre el 60 y el 75 por ciento de los
casos tienen un origen alérgico. Así, el doctor Quirce ha afirmado que
"en los últimos años los casos relacionados con el asma alérgica parecen
ir en aumento, sobre todo entre los niños y adultos jóvenes y más del
50 por ciento de los pacientes no logran controlar bien su asma a pesar
de recibir tratamiento".
En este escenario, los alergólogos se encaminan hacia la
administración de tratamientos individualizados, más selectivos y
específicos, ya que se ha demostrado que no todos los pacientes con asma
responden igual a los mismos tratamientos, ni todos se controlan de la
misma forma.
Pese a la mayor prevalencia de otras enfermedades alérgicas como
la rinitis, el asma continúa siendo un desafío para los alergólogos. La
doctora Rosa Muñoz, secretaria del Comité de Asma de la SEAIC y
coordinadora del Comité Científico del Congreso, ha destacado que "en
los últimos años se ha demostrado su carácter heterogéneo, poniendo en
evidencia la complejidad de su diagnóstico y su tratamiento".
Según Muñoz, el desarrollo de métodos no invasivos como la "nariz electrónica" puede ayudar a diagnosticar pacientes con asma y EPOC, entre otras enfermedades. En concreto, se trata de "una novedosa técnica que se basa en la detección de compuestos orgánicos volátiles presentes en la respiración".
"A través de la nariz electrónica se analiza la composición del
aire exhalado por un paciente, lo que se denominan huellas olfativas,
para diagnosticar e identificar las diferentes enfermedades
respiratorias, ya que cada una de ellas presenta una marca o huella
olfativa distinta y característica", ha explicado Muñoz.
La experta ha añadido que "la nariz electrónica puede ser un valor
añadido en aquellas situaciones en las que las técnicas habituales no
son útiles o concluyentes, como el diagnóstico de asma en niños o los
casos complejos en los que la técnicas habituales ofrecen resultados
discrepantes".
En opinión de los expertos reunidos en el Congreso de la SEAIC, el
uso de esta técnica en asma es esperanzador, ya que permite el
diagnóstico de más del 80 por ciento de los pacientes asmáticos y ha
demostrado su utilidad para diferenciar el asma de otras enfermedades
como la EPOC.
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