La elevada exposición al arsénico es un factor de riesgo del cáncer de piel, pero un nuevo estudio sugiere que una exposición moderada a través del agua potable aumentaría el riesgo de desarrollar crecimientos cutáneos precancerosos.
El estudio, publicado en American Journal of Epidemiology, se concentró en una zona de Bangladesh con niveles naturalmente altos de arsénico en el agua corriente, que suele tener más de 100 microgramos de esa sustancia química por litro.
En cambio, en Estados Unidos, el límite máximo de arsénico en el agua potable es de 10 microgramos por litro y la mayoría de los sistemas locales tienen niveles todavía más bajos.
El arsénico se encuentra en las rocas, el suelo, el agua y el aire. Se utiliza también para preservar madera, y algunas pinturas, tinturas y fertilizantes. La exposición elevada al arsénico está asociada con varios cánceres, como el de vejiga, el de pulmón y el de piel.
Estudios previos habían sugerido que beber agua con por lo menos 100 microgramos de arsénico por litro eleva el riesgo de desarrollar crecimientos cutáneos precancerosos.
Pero se desconoce qué ocurre con niveles más bajos, según los autores del nuevo estudio dirigido por Habibul Ahsan, de la University of Chicago.
Durante seis años, el equipo siguió a más de 10.000 adultos de Bangladesh: 866 hombres y mujeres desarrollaron lesiones cutáneas (cambios pigmentarios o engrosamiento en algunas zonas de la piel que suelen ser precursores del cáncer de piel asociado con la exposición al arsénico).
Los que consumían agua corriente con hasta 200 microgramos de arsénico por litro eran casi tres veces más propensos a desarrollar un crecimiento cutáneo que los que usuarios de agua con menos de 10 microgramos de arsénico por litro.
En ese segundo grupo, el 6 por ciento desarrolló una lesión cutánea, comparado con el 15 por ciento del primer grupo.
Pero el equipo detectó un aumento del riesgo en el grupo expuesto a niveles moderados de arsénico en agua (entre 50 y 100 microgramos por litro). Ese grupo era un 69 por ciento más propenso a desarrollar lesiones cutáneas que los que bebían agua con menos de 10 microgramos de arsénico por litro.
"Los resultados tienen consecuencias muy importantes para la salud pública. Hallamos que la exposición al arsénico a través del agua potable estuvo asociada con una mayor incidencia de lesiones cutáneas, aun con concentraciones de arsénico en agua por debajo de 100 microgramos por litro", escribe el equipo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) consideran que el límite máximo de arsénico en agua potable no debe superar los 10 microgramos por litro. Se estima que 140 millones de personas en el mundo beben agua con niveles de arsénico superiores al recomendado.
Pero los investigadores aún desconocen cuál es el nivel "seguro" de exposición al arsénico. La EPA está analizando bajar aún más ese límite de 10 microgramos.
Unos 13 millones de estadounidenses habitan áreas en las que el nivel de arsénico en el agua potable supera la recomendación actual de EPA.
Existen evidencias de que la dieta ayuda a contrarrestar los efectos tóxicos de la exposición elevada al arsénico.
En un estudio previo sobre adultos de Bangladesh, el equipo de Ahsan había hallado que los que más vegetales de raíz y calabaza consumían corrían menos riesgo de desarrollar lesiones que los que comían más carne u otras verduras.
Eso no prueba que los alimentos sean protectores, sino que es importante seguir buscando cómo mitigar los efectos tóxicos del arsénico.
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