Cada vez más personas dicen que están tratando de controlar la incontinencia, según una encuesta a 20.000 adultos de Estados Unidos.
Por ejemplo, la cantidad de mujeres mayores de 20 que dijeron haber tenido pérdidas de orina los 12 meses previos pasaron de ser el 50 por ciento de la población entrevistada en el 2001 a más del 53 por ciento varios años después.
La incontinencia es increíblemente común en las mujeres, principalmente porque el mayor factor de riesgo de el parto vaginal, explicó la autora principal del estudio, doctora Holly Richter, de la División de Medicina Pélvica y Cirugía Reconstructiva de la Mujer de Birmingham, University of Alabama.
Además, los cambios hormonales, el aumento del peso y las condiciones que afectan el piso pélvico, como la tos crónica, alteran el control de la vejiga.
"El problema principal es que el soporte natural de la uretra está dañado", explicó Richter, "y con el aumento de la presión de la vejiga, la uretra no puede retener la orina".
El equipo halló que el aumento de la incontinencia urinaria (IU) en las mujeres puede explicarse parcialmente por el hecho de que cada vez hay más adultas mayores con enfermedades crónicas que aumentan el riesgo de no poder controlar la vejiga, como la diabetes y la obesidad.
Por lo tanto, aun si la IU fuera un problema para más personas, hay medidas que se pueden tomar, indicó Richter. Se refería a evitar la obesidad y la diabetes, o controlar la diabetes si aparece.
Aun los hombres registraron un aumento de la IU durante el estudio (del 12 a más del 15 por ciento). De todos modos, ese incremento no se debió a enfermedades como la obesidad, la diabetes o los problemas de próstata, sino "a otros factores no identificados en el estudio, como otras enfermedades o factores del estilo de vida", explicó Richter.
Durante el estudio, publicado en Journal of Urology, el equipo revisó datos de 17.850 mayores de 20 años obtenidos en encuestas nacionales realizadas en el 2001-2002 y el 2007-2008.
Se consideró que una persona tenía incontinencia si había dicho que en los últimos 12 meses había perdido orina al toser, levantar objetos o durante otra actividad, o cuando no podían llegar al baño lo suficientemente rápido.
Es bastante posible, admitió Richter, que la tasa de IU sea mucho más alta que la registrada en el estudio.
"Junto con la incontinencia intestinal, pueden ser un problema avergonzante para las mujeres, tanto que los pacientes suelen negarlo a amigos, familiar y médicos".
Richter tiene relación comercial con Astellas, IDEO, Pfizer y Uromedica, empresas que producen fármacos para el tratamiento de las enfermedades urinarias.
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