Investigadores del Centro Médico de la
Universidad de Columbia han identificado un receptor cerebral que parece
desempeñar un papel central en la regulación del apetito. Los
resultados, publicados en 'Cell', podrían conducir al desarrollo de
nuevos medicamentos para prevenir o tratar la obesidad.
"Hemos identificado un receptor que está íntimamente involucrado
en la regulación de la ingesta de alimentos", explica el líder del
estudio, Domenico Accili, profesor de Medicina en Columbia. Accili añade
que, "lo especialmente alentador es que este receptor pertenece a una
clase de receptores que resultan ser buenos objetivos para el desarrollo
de fármacos; de hecho, varios medicamentos existentes ya parecen
interactuar con este receptor".
En su búsqueda de nuevas terapias para la obesidad, los
científicos se han centrado en el hipotálamo, una pequeña estructura del
cerebro que regula el apetito. Numerosos estudios sugieren que este
mecanismo de regulación se concentra en las neuronas que expresan un
neuropéptido -o modulador cerebral- llamado AgRP. Sin embargo, hasta
ahora se desconocían los factores específicos que influyen en la
expresión de AgRP.
Los investigadores hallaron nuevas pistas sobre el control del
apetito mediante el seguimiento de las acciones de la insulina y la
leptina. Ambas hormonas están involucradas en el mantenimiento del
equilibrio energético del cuerpo, y ambas inhiben el AgRP.
"Sorprendentemente, el bloqueo de la vía de señalización de la
insulina, o la de la leptina, tuvo poco efecto sobre el apetito", afirma
Accili, quien agrega que "por lo tanto, pensamos que ambas vías debían
ser bloqueadas de forma simultánea con el fin de influir en el apetito".
Para probar su hipótesis, los investigadores crearon una cepa de
ratones cuyas neuronas de AgRP carecían de una proteína que es parte una
integral de la señalización de la insulina y la leptina. Como los
investigadores pensaban, la eliminación de esta proteína -llamada Fox01-
tuvo un profundo efecto sobre el apetito de los animales.
"Los ratones sin Fox01 comieron menos, y eran más delgados, que
los ratones normales", afirma el coautor Hongxia Ren, quien añade que,
"además, los ratones con deficiencia de Fox01 mostraban un mejor
equilibrio de la glucosa, y una mayor sensibilidad a la leptina y la
insulina -signos de un metabolismo saludable".
Dado que Fox01 es una diana farmacológica pobre, los
investigadores buscaron otras formas para inhibir la acción de esta
proteína. Así, mediante el perfil de expresión génica, los científicos
encontraron un gen (Gpr17) que se expresa altamente en los ratones con
neuronas de AgRP normales, pero se desactiva en ratones con deficiencia
de Fox01.
Para confirmar que el receptor está implicado en el control del
apetito, los investigadores inyectaron un activador de Gpr17 en ratones
normales, aumentando su apetito. A la inversa, cuando a los ratones se
les administró un inhibidor de Gpr17, su apetito disminuyó.
Según Accili, hay varias razones por las que Gpr17, que también se
encuentra en los seres humanos, sería un buen objetivo para crear
medicamentos contra la obesidad.
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